El Gobierno ha rechazado este martes entrar al cuerpo a cuerpo con Junts per Catalunya, después de verse obligado a aplazar la votación del techo de déficit por la imposibilidad de llegar a un acuerdo con los independentistas. Tal como ha expuesto Pilar Alegría, la portavoz del ejecutivo presidido por Pedro Sánchez, la Moncloa se abre ahora a negociar una mejora de la senda; tal como exige la formación capitaneada en Madrid por Míriam Nogueras: los juntaires han propuesto que se asigne a las comunidades autónomas un tercio del margen de déficit. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, no se ha respondido de forma directa a Junts per Catalunya, pero se han hecho varias apelaciones a la "oportunidad de diálogo" y la "voluntad de acuerdo" cuando los periodistas han hecho preguntas sobre la exigencia del partido de Carles Puigdemont. Paralelamente, fuentes de la capitanía del Gobierno apuntan que la petición de Junts es "inasumible" porque implicaría dejar que las comunidades autónomas se endeuden demasiado, pero celebran que ahora hayan detectado "disposición de hablar" en la formación independentista.
La Moncloa sí que ha abierto fuego, en cambio, contra el PP. La también ministra de Educación ha puesto de relieve las diferencias entre los presidentes autonómicos con carné del PP y las decisiones que toma la dirección de los populares en el Congreso de los Diputados. Con el argumento de que el techo presentado por los socialistas es beneficioso para los distintos territorios del estado y para los ayuntamientos —porque les permite endeudarse—, Alegría ha recordado que "el PP no votó en contra de este techo en el Consejo de Política Fiscal y Financiera; los presidentes del PP se abstuvieron porque saben que los 12.000 millones de euros son beneficiosos". "Pero Alberto Núñez Feijóo toma decisiones erráticas e irresponsables, siempre en contra del Gobierno", ha manifestado.
Mientras tanto, fuentes parlamentarias del PSOE apuntan a este periódico que hay cierto optimismo en sus filas, ya que hay previsiones de crecimiento económico. Desde la sala de máquinas socialista apuntan que eso puede mejorar las negociaciones con Junts per Catalunya; y que si se ha decidido retirar la votación del orden del día de este jueves es porque hay el convencimiento de que el acuerdo es posible.
El Gobierno, así, intenta ganar tiempo para alcanzar un acuerdo con el partido de Carles Puigdemont, con quien los negociadores del PSOE se reunieron el viernes en Suiza. Con la decisión de aplazar la votación, la Moncloa también ha esquivado su trigesimosexta derrota parlamentaria esta legislatura. La derrota llegaría, además, en una ley importantísima, porque es un paso imprescindible para aprobar los presupuestos del 2025, unas cuentas que este martes Alegría no ha aclarado si el ejecutivo confía presentar en tiempo y forma. El pasado 23 de julio, en el primer aniversario de las elecciones generales del 23-J, Junts ya tumbó la senda del Ministerio de Hacienda, argumentando el déficit de ejecución presupuestaria en Catalunya.
Modelo de financiación
Paralelamente, en esta misma rueda de prensa, Alegría ha instado al PP a dejar atrás los "discursos de confrontación" que ha desplegado hasta ahora y presentar una propuesta propia sobre la reforma del sistema de financiación autonómica. Después de las primeras reuniones del presidente español, Pedro Sánchez, con los presidentes de Galicia y Andalucía la semana pasada, el ejecutivo recuerda a los populares que gobiernan en 12 comunidades autónomas, y por lo tanto tendrían que hacer "propuestas constructivas" sobre el nuevo modelo. "Hasta hoy no hemos oído ninguna propuesta", ha dicho la portavoz, y sí "discursos que nos llevan claramente a la confrontación territorial" en una cuestión "fundamental" que hay que abordar "con serenidad, sensatez y propuestas constructivas".