La legislatura cuelga de un hilo. Este jueves la Mesa del Congreso de los Diputados se reunirá para posicionarse sobre la proposición no de ley de Junts per Catalunya que insta a Pedro Sánchez a someterse a una cuestión de confianza; un ultimátum ante los incumplimientos del PSOE con los independentistas. Los socialistas se oponen a ella, todo está en el aire y la Moncloa ha recurrido a la negociación in extremis. La ley deja claro que solo el presidente del Gobierno tiene la potestad de convocar un debate de este tipo. Los grupos parlamentarios pueden presentar mociones de censura, pero Junts no puede hacerlo porque no tiene suficientes diputados y la única alternativa que tendría sería dar apoyo a una candidatura de Alberto Núñez Feijóo para desahuciar a Pedro Sánchez de la Moncloa, un escenario que los independentistas descartan. Ante eso, la formación de Carles Puigdemont optó por presentar una proposición no de ley, un mecanismo que no tiene efectos jurídicos pero que sirve para que la cámara se posicione sobre varios temas. Los letrados del Congreso avalaron la iniciativa de los juntaires y ahora la Mesa puede aceptarla, vetarla o volver a chutar la pelota adelante; esta vez instando a la formación independentista a rehacer el texto de su iniciativa.
Este martes, a pesar de las advertencias de Carles Puigdemont, los socialistas se inclinaban por rechazar la iniciativa de Junts. Sumar se posiciona de forma similar aunque no es tan tajante y este miércoles se ha emplazado a continuar estudiando la proposición no de ley y tomar una decisión definitiva el mismo jueves, sobre la bocina; mientras simultáneamente esté declarando Íñigo Errejón ante el juez por denuncias de agresión sexual. Ante el riesgo de una ruptura, los dos partidos que conforman el Gobierno apelan a la negociación y al diálogo con el partido del president de la Generalitat en el exilio.
La Moncloa, del desafío a apelar al diálogo
El martes, la Moncloa se mostraba más desafiadora que este miércoles. Al acabar la rueda de prensa que los martes se celebra después de la reunión del Consejo de Ministros, la sala de máquinas del Gobierno enmarcaba en un mero "juego de presiones" los ultimátums de los juntaires. Y también alertaban a los independentistas de que tienen que ser "creíbles" y que pueden sentirse "frustrados si las cosas no acaban saliendo como esperan". 24 horas más tarde, los socialistas son más cautos y hacen un llamamiento al acuerdo y al diálogo de última hora.
Félix Bolaños ha defendido este miércoles que el ejecutivo de Pedro Sánchez "dialoga y conversa" y cumple sus acuerdos con las formaciones que le invistieron presidente del Gobierno ahora hace un año y medio. A pesar de asegurar que la Mesa del Congreso tomará el jueves una decisión "perfectamente fundamentada en derecho", el ministro de la Presidencia, de Justicia y de Relaciones con las Cortes ha reivindicado como "seña de identidad" la constante búsqueda de acuerdos por parte de los socialistas en el hemiciclo de la madrileña Carrera de San Jerónimo. Dicho esto, ha criticado "la esquizofrenia absoluta" del PP con Junts per Catalunya, por haber pasado de nombrarlos "terroristas y delincuentes" a invitarlos a sumarse a una moción de censura.
También se ha pronunciado sobre esta cuestión el ministro Ángel Víctor Torres. En declaraciones a los periodistas después de haberse reunido en Madrid con el conseller Albert Dalmau, ha afirmado que su gobierno "está haciendo el máximo esfuerzo" para "llegar a un acuerdo" con el partido de Carles Puigdemont. "Agotaremos al máximo las posibilidades de la negociación", ha sentenciado, a pesar de dejar claro que los socialistas se oponen a validar una iniciativa de Junts que aborda "una prerrogativa del presidente del gobierno".
Sumar se inclina por el 'No', pero lo estudiará hasta a última hora
Paralelamente, también este miércoles, el grupo parlamentario de Sumar se ha reunido para decidir qué harán sus dos diputados que forman parte de la Mesa. El PP tiene a cuatro representantes, el PSOE tiene a tres y Sumar tiene a dos, de manera que el binomio de diputados de Yolanda Díaz es decisivo en esta votación: podría sumar fuerzas con los populares y avalar la iniciativa del partido de Carles Puigdemont, porque los socialistas ya han adelantado que se oponen. Pero la reunión de este miércoles por la tarde ha acabado sin resultados: fuentes de Sumar explican que la decisión no llegará hasta mañana, porque el grupo parlamentario "lo seguirá estudiando en las próximas horas. Horas antes de la reunión, sin embargo, tanto Gerardo Pisarello —miembro de los comuns que forma parte de la Mesa del Congreso en representación de Sumar— como Ernest Urtasun —ministro de Cultura y portavoz del partido— han dejado entrever que la posición de la formación es también declinar la iniciativa.
Pero, igual que los socialistas, apelaban al diálogo. Han instado al PSOE a hacer "gestos de reconocimiento" hacia Carles Puigdemont con el fin de desinflamar la relación entre las dos formaciones. También han enmarcado los ultimátums de Junts en un mero "marco negociador" y han pedido a las dos formaciones que velen por mantener en el Congreso la mayoría de la investidura que hace un año mantuvo a Pedro Sánchez en la Moncloa durante una legislatura más. Según ha comunicado Sumar, el motivo por no haberse atrevido todavía a tomar una decisión definitiva se debe al hecho de que hay "elementos por el medio de negociación con Junts".
Las advertencias de Junts
Sea como sea, las advertencias de Junts han sido claras. Este martes, el secretario general de los juntaires, Jordi Turull, advirtió que el partido tomará decisiones que no gustarán al PSOE en caso de que los socialistas se opongan a admitir la iniciativa de Junts por la quee se insta al Congreso de los Diputados a pronunciarse sobre la exigencia a Pedro Sánchez de someterse a una cuestión de confianza. "Si los socialistas no están dispuestos a tirar paredes maestras, no sé por qué nos han escogido a nosotros como socios de investidura", manifestó. De hecho, Carles Puigdemont ha convocado al secretariado permanente del partido este viernes en Bruselas, desde donde los juntaires anunciarán novedades en las relaciones con el PSOE.
El informe de los letrados
Los letrados del Congreso, hace tres semanas, emitieron un informe para la Mesa en el que se señalaba que tomar cualquiera de las dos decisiones sería correcto, pero en todo caso avalaban admitir la cuestión de confianza planteada por Junts en forma de proposición no de ley. Los servicios jurídicos de la cámara insistían en que los grupos parlamentarios ya tienen una herramienta —la moción de censura— para retirarle la confianza al actual gobierno y colocar a un nuevo presidente del ejecutivo, pero al mismo tiempo insistían en que una proposición no de ley no tiene nunca efectos jurídicos y que, por lo tanto, también se podría aceptar un debate sobre esta materia.