El Gobierno quita importancia a las palabras de Mohamed Houli, terrorista yihadista condenado por los atentados del 17-A, que afirmó en la comisión de investigación del Congreso de los Diputados que el CNI “tenía conocimiento de las intenciones del imam”. “Permitieron que viniera y nos comiera la cabeza”, verbalizó. “Me gustaría que se buscara y se investigara quién dejó que el imán hiciera lo que quisiera y esta es mi intención. Si fuera una información, tendría pruebas. Yo quiero que se busquen pruebas”, añadió. Y ahora la Moncloa no da ninguna validez a sus palabras. “Dar credibilidad a delincuentes no es un buen camino y algunos deberían empezar a aprenderlo. […] A mí me parece que no conviene dar credibilidad a ningún delincuente porque no te lleva a ninguna parte”, ha sostenido el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños. “A un terrorista condenado, no le haría mucho caso en ninguna de sus manifestaciones”, ha afirmado el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.

📝 Un condenado por el 17-A, en el Congreso: “El CNI tenía conocimiento de las intenciones del imam”

 

Asimismo, ambos han apelado a la sentencia del juicio que dictó la Audiencia Nacional. “Es un asunto que ya ha sido judicializado, se ha instruido, se ha investigado y se ha juzgado, y tenemos la verdad judicial: ya sabemos quienes han cometido los terribles atentados terroristas”, ha indicado el ministro de Justicia. “El procedimiento judicial se desarrolló conforme a las normas del Estado de derecho y se declaró una verdad judicial, todo demócrata debe estar convencido de que la única verdad es la verdad judicial”, ha añadido el ministro del Interior. Eso sí, tanto Bolaños como Marlaska han defendido la creación de la comisión de investigación. “Tenemos que ser conscientes de las reglas parlamentarias, se aprobó una comisión de investigación porque los grupos parlamentarios así lo decidieron, es una competencia que tienen”, ha esgrimido Bolaños, que ha añadido que son los grupos los que “deciden quien acude”. “Las comisiones de investigación a nivel parlamentario, y cuando el Parlamento lo estime oportuno, son necesarias y su desarrollo es el que debe corresponder”, ha verbalizado Marlaska.

Page denuncia que un terrorista “humille” la sede de la soberanía nacional

Quien también se ha pronunciado ha sido Emiliano García-Page, el barón socialista más crítico con Pedro Sánchez. Desde Toledo, en el acto de presentación de la Hoja de Ruta del Hidrógeno, el presidente de Castilla-La Mancha ha criticado que se haya llegado a “santificar” el lema de “hacer de la necesidad virtud” (que es el argumento que esgrimió Sánchez para defender la amnistía por primera vez) para “justificar las cosas más horrorosas, incluso que un terrorista humille ni en más ni menos que la sede de la soberanía nacional”.

El PP pide la dimisión de Francina Armengol por hacer del Congreso “caja de resonancia de las fantasías de un islamista condenado”

Por su parte, el Partido Popular continúa en pie de guerra contra la presencia de Mohamed Houli en la comisión de investigación. El portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, ha reclamado la dimisión de la presidenta de la Cámara Baja, Francina Armengol, como “culpable” de un “espectáculo lamentable” y una “vergüenza” y por haber permitido que el Congreso fuese “caja de resonancia de las fantasías de un islamista condenado”. “Qué vergüenza que la sede de la soberanía nacional se haya convertido en un teatrillo para que un terrorista yihadista nos dé lecciones a los demócratas”, ha afirmado. Y ha considerado que es “suficientemente grave” para que Armengol “ponga su cargo a disposición y dimita”. “Si le queda un atisbo de principios democráticos, le pido que renuncie al cargo que ocupa porque no está a la altura de las circunstancias”, ha remachado. Además, Tellado ha lamentado que la comisión de investigación sobre el 17-A sirva para “alimentar las fantasías conspiranoicas de los independentistas”.

Ayer, el PP abandonó la comisión en señal de protesta. “Esta situación provoca una vergüenza y una falta de dignidad de esta cámara”, lamentó nada más empezar el diputado Santi Rodríguez, que denunció que “todo este espectáculo” servía para “dar satisfacción a aquellos que con sus votos permiten que Pedro Sánchez se mantenga en el Palacio de la Moncloa de forma indigna y a costa de la dignidad de todos los españoles”. Más tarde, en una breve rueda de prensa, la diputada Cayetana Álvarez de Toledo cargó contra el “colapso moral e institucional” que el presidente español está provocando: “Han traído a un terrorista al Congreso para llamar terrorista al estado y llamar asesino al CNI”, concluyó.

El PSOE y Sumar evitaron preguntar a Mohamed Houli

Durante la sesión de la comisión de investigación, el PSOE y Sumar rechazaron hacer preguntas a Mohamed Houli. El diputado socialista David Serrada le dio “cero credibilidad” y desacreditó sus palabras: “Ha venido a jugarse un triple y le está saliendo bastante mal. Ha venido a presentarse como víctima cuando las víctimas eran otros”, proclamó. Y le recordó que la comisión de investigación tiene que servir para “esclarecer los hechos, no para aportar incertidumbre sobre un hecho que está juzgado”. Por parte de los comunes, Eloi Badia le reprochó que no acudiera al Congreso a “ayudar a las víctimas ni a ayudar a descubrir la verdad” y que no tenga “ninguna” prueba de lo que dijo: “No presenció ninguna conversación, tenía poca relación con Es Satty y solo sabe lo que una persona dijo”.

Después de la comisión, la diputada de Junts Pilar Calvo reprochó a Serrada y Badia que no quisieran interrogarlo y rehuyeran de “ponerlo contra las cuerdas para preguntar todo lo que había que preguntar” ante unas declaraciones de una “gravedad extraordinaria”. “Nuestra obligación y responsabilidad política es preguntarle todo lo necesario para aclarar lo que pasó”, añadió.