Choque en el Senado entre la ministra de Defensa, Margarita Robles, y el senador de Junts per Catalunya Eduard Pujol. El parlamentario independentista ha preguntado durante la sesión de control al Gobierno por qué el ejecutivo de Pedro Sánchez no ha desclasificado los documentos del CNI sobre el 17-A a pesar de su compromiso a hacerlo. "Estamos hartos de cloacas, mentiras y chapuzas", ha aseverado Pujol en su cara a cara con Robles, en el que ha recordado que el ejecutivo de PSOE y Sumar "se comprometió" a ello ahora hace unas semanas. El senador ha recordado que su formación quiere aclarar "el vínculo del imán de Ripoll con el CNI". "¿Nos dirán alguna cosa? ¿Es una burla? ¿Qué narices esconden? ¿Por qué al gobierno siempre le tiemblan las piernas cuando se trata del ejército y las cloacas?", le ha preguntado Pujol. Robles, en su respuesta, se ha escudado en un defecto de forma.
"No se pidió adecuadamente una documentación que está tipificada como secreta", le ha respondido la ministra al senador independentista. "En el momento que ustedes pidan la desclasificación, no tengan ninguna duda que esta desclasificación se producirá; es fácil atribuir responsabilidades a quien no se puede defender", ha espetado la máxima responsable del departamento español de Defensa, Ministerio del que depende el CNI. Dicho esto, Robles le ha pedido a Pujol que se siga "el procedimiento que establece la ley y que la comisión pida la desclasificación". El entorno de la ministra, preguntado por esta cuestión en los pasillos del Congreso por este periódico, insiste en que la comisión de investigación del Congreso no pidió correctamente la información, e insisten que están convencidos de que la inteligencia española no tuvo nada que ver en el atentado que acabó con la vida de 16 personas el verano previo a la celebración del referéndum del 1 de octubre.
La semana pasada, el Gobierno informó a la comisión del Congreso de los Diputados que investiga los atentados del 17-A que, contrariamente a lo que se había comprometido, no había desclasificado los documentos sensibles del CNI que podrían haber puesto luz en algunas de las oscuridades de los atentados del 2017. El pasado mes de septiembre, en un momento en que la relación PSOE-Junts se encontraba especialmente en horas bajas, Pedro Sánchez decidió sacar adelante una ofensiva de gestos para desinflamar la relación con Carles Puigdemont: uno de estos gestos era desclasificar documentos del CNI sobre el 17-A para un buen funcionamiento de la comisión que investiga este atentado en la cámara baja.
A causa de aquella decisión, sigue siendo hoy día una incógnita la relación exacta que tenía el imán de Ripoll con los servicios de inteligencia españoles. Por culpa de la no desclasificación de estos documentos, la semana pasada quedó coja la declaración del expresidente del CNI en la comisión de investigación de estos atentados.
A lo largo de su comparecencia, Félix Sanz Roldán esquivó buena parte las preguntas de los diputados alegando que tiene "limitaciones legales para explicarlo absolutamente todo". "El día que las deje de tener, quizás puedo ser un poco más preciso", esgrimió. Sin embargo, en sus respuestas, fue dando pequeñas dosis de información sobre los interrogantes que hay en torno al 17-A y defendió la actuación del CNI: "Solo el hecho de imaginar que pudimos evitar la muerte de dieciséis ciudadanos y no lo hicimos es una infamia, una maldad y una vileza". "¿Todo un CNI que se había entrevistado con Es Satty no sabía que se estaba preparando un atentado? ¿No sabía nada de la casa de Alcanar ni las compras de explosivos y bombas?", le preguntó Pilar Calvo, diputada de Junts. "Lo sabía quién lo tuviera que saber", respondió Sanz Roldán con el micrófono apagado.