El Gobierno impulsará a través de los grupos parlamentarios de PSOE y Unidas Podemos una proposición de ley para renovar el Tribunal Constitucional. Así es como contraatacará La Moncloa el desafío que consumó este lunes el tribunal de garantías contra el ejecutivo de Pedro Sánchez aceptando las medidas cautelarísimas del PP. Tal como ha podido saber ElNacional.cat a través de fuentes parlamentarias socialistas, la intención es presentar esta proposición de ley durante los próximos días, esta misma semana. Presentarán en forma de proposición de ley las enmiendas que ha tumbado el Constitucional de la mano de los populares.
Las mismas fuentes señalan que ha habido un "reagrupamiento" de las fuerzas progresistas en el Congreso de los Diputados desde que el Tribunal Constitucional ha interferido en la autonomía parlamentaria de las Cortes españolas. Es por eso que desde el PSOE y Unidas Podemos tienen claro que el texto prosperará. Ahora bien, todavía no se sabe qué formación acabará firmando el texto que se presente a la cámara, o bien si lo harán las dos de la mano.
¿Cuáles son estas enmiendas que ha tumbado el Constitucional y que ahora el Gobierno quiere resucitar a través de una proposición de ley? Una que cambia la mayoría de tres quintos que tiene que sumar el CGPJ en la elección de los dos magistrados en el Constitucional que le corresponden por un nuevo sistema por el cual se nombrará a los dos magistrados que saquen más votos. Y otra que permitiría al Gobierno y al Consejo General del Poder Judicial hacer su propio nombramiento aunque la otra parte no lo haga en los plazos fijados. Es decir, el principal objetivo es renovar el Tribunal Constitucional, y este lunes los magistrados conservadores salieron en su propia defensa y bloquearon esta reforma de la normativa judicial española.
Además, la mayoría conservadora del TC tomó esta decisión con cuatro de sus magistrados teniendo el mandato caducado. Pero dos de estos —Pedro González-Trevijano y Antonio Narváez— estaban directamente afectados por la cuestión sobre la cual deliberaban. Ya que en caso de prosperar el texto que impulsaban PSOE y Podemos, hubieran sido relevados de su cargo. Es por este motivo que las dos formaciones que conforman el Gobierno recusaron a los dos magistrados, pero la mayoría conservadora rechazó estas recusaciones.
Al fin y al cabo, eso ha provocado que este martes la mesa del Senado y la Comisión de Justicia de esta cámara acataran el pronunciamiento del tribunal de garantías y retiraran las dos enmiendas del texto que se aprobará este jueves en la cámara alta. Así pues, el Senado no podrá votar sobre la reforma del poder judicial, pero sí sobre la derogación del delito de sedición y la reforma del delito de malversación, así como una enmienda que combate la rebaja de penas a agresores sexuales en virtud de la ley del 'solo Sí es Sí'.