El president Quim Torra ha intentado hablar por teléfono con su homólogo Pedro Sánchez, pero no ha habido suerte. Desde Madrid lo tienen claro: antes de nada, el president debe "condenar rotundamente" la violencia. Así lo señalan fuentes de La Moncloa después de que este sábado el jefe del Govern haya intentado, sin éxito, ponerse en contacto con el presidente en funciones. Torra quería trasladar a Sánchez lo mismo que en su declaración institucional este mediodía: que hay que sentarse de una vez en una mesa de diálogo. En este sentido, desde el ejecutivo socialista reiteran el mismo mensaje que las últimas semanas: "Primero Ley y después diálogo". Y vuelven a dar un portazo a la propuesta de referéndum. Mientras, el descontento con la sentencia del procés crece cada día.
El gabinete de Torra ha llamado a la Moncloa a primera hora de la tarde. Desde el despacho de Sánchez se les ha comunicado que el presidente español estaba reunido pero tratarían de localizarlo. Veinte minutos más tarde, desde la Moncloa se ha devuelto la llamada para comunicar que de momento no podían ponerles en contacto.
Después de la llamada infructuosa, desde La Moncloa señalan que "el señor Torra debe condenar rotundamente la violencia, cuestión que no ha hecho hasta el momento, así como reconocer el trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y Mossos". En esta línea, el entorno de Sánchez insiste que "lo primero para restaurar la convivencia es condenar la violencia, algo que no ha hecho el señor Torra".
Por otro lado, La Moncloa subraya que "siempre" han estado a favor de "dialogar dentro de la ley". Para que este diálogo sea "efectivo", argumentan, "el señor Torra debería reconocer a la otra parte de catalanes, que no son independentistas, y que le están reclamando reconstruir la convivencia dañada por el independentismo". Esta convivencia está "aún más dañada por el independentismo violento", añaden.
Finalmente, el Gobierno vuelve a cerrar la puerta a un referéndum de autodeterminación. "El problema de Catalunya no es la independencia, que no se producirá, porque no es legal, ni la quiere la mayoria de catalanes, sino la convivencia", aseguran. "Su propuesta de referéndum no la quiere ni la mayoría de catalanes ni, al parecer, la mayoría de su propio Govern", concluyen.