Si no hay ninguna sorpresa, no habrá una guerra abierta entre militantes socialistas cuando se aborde la carpeta de la financiación autonómica en el 41.º congreso del PSOE que se celebra este fin de semana en Sevilla. Así lo avalan en privado a ElNacional.cat fuentes de la Moncloa, del PSC y críticos territoriales al modelo singular para Catalunya. La razón es que Ferraz ha presentado una ponencia marco que no genera fricciones en las bases, porque ni menciona ni entra en profundidad en el pacto firmado con los republicanos: apuesta por un sistema de "singularidades" que otorgue más recursos "para todas las comunidades autónomas", refuerce los servicios públicos y se haga compatible la "solidaridad a igual esfuerzo tributario con el reconocimiento de las singularidades".

La propuesta de Ferraz aboga por un nuevo modelo que proporcionará un reparto "más justo de la financiación" y acabará con el 'dumping fiscal'. Defienden también la creación de un "auténtico fondo autonómico para la reindustrialización y la convergencia de las rentas entre comunidades autónomas". "No hay nadie que pueda estar en contra de eso", apunta a este periódico un miembro del PSC que ha asistido al primer día del congreso de Sevilla.

Y eso, al fin y al cabo, también lo admiten los críticos. Incluso el crítico más crítico de todos los críticos: Emiliano García-Page, que hace unas semanas defendía desde el palacio de la Moncloa que "la riqueza de Catalunya es de todos". Este viernes, el presidente de Castilla-La Mancha ha señalado que le ha valido la pena despotricar del pacto entre PSOE y ERC en los últimos meses porque, según su opinión, eso ha provocado que Ferraz no haya presentado una propuesta ambiciosa. "Se ha traducido en una ponencia que, de momento, mantiene lo esencial del proyecto socialista de toda la vida", ha señalado en una comparecencia ante los medios de comunicación. De hecho, el entorno del barón castellanomanchego reconoce que la propuesta de Ferraz es "conciliadora". Dan por hecho que habrá debate entre la militancia, pero también que habrá pacto.

"Otra cosa es lo que pueda pasar con debates LGTBI o cuestiones como la monarquía o la república", admiten fuentes de la dirección del PSOE, que ven plausible que, como máximo, se apruebe alguna enmienda transaccional en el apartado de financiación. Además, las enmiendas que quedan vivas para este congreso por parte de federaciones territoriales no son agresivas. Se han presentado más de 400, pero no van mucho más allá de reclamar un sistema "justo", "multilateral" y con "criterios comunes". Y, como máximo, muestran su rechazo a la federalización de la Agencia Tributaria. Quieren una administración central, diferente del 'café para todos' que ahora propone Pedro Sánchez para trasponer el pacto con ERC al resto de comunidades autónomas.

La Moncloa, convencida de que habrá "acuerdo satisfactorio"

Paralelamente, fuentes de la alta jerarquía del Gobierno consultadas por este periódico confían que el acuerdo entre PSOE y ERC sobre la financiación singular de Catalunya quede blindado después de este congreso de Sevilla. "Cero preocupaciones sobre este tema; habrá un acuerdo satisfactorio", apuntan fuentes de la capitanía socialista, que aseguran que las distintas federaciones del PSOE conseguirán, como máximo, "pincelar" el texto sobre financiación que Ferraz ha imprimido en su ponencia marco.

El PSC, con actitud pacificadora

Sea como sea, la portavoz del PSC, Lluïsa Moret, ya manifestó que los socialistas catalanes no temen que las enmiendas, declaraciones o recelos de otros socialistas en el cónclave hagan "descarrilar" el acuerdo para un nuevo modelo de financiación en Catalunya. Los 86 delegados del PSC han acudido al congreso con voluntad de "sumar" y con una actitud "constructiva y pedagógica". Consideran que el acuerdo de financiación ya está "consensuado, aprobado y asumido plenamente". Una de las prioridades de la formación catalana este fin de semana será "reforzar" el liderazgo y la figura de Pedro Sánchez, que consideran "incuestionable".

Al fin y al cabo, la actual buena relación entre el PSOE y el PSC se debe, también, al vínculo que tienen sus respectivos líderes. Salvador Illa y Pedro Sánchez se dejaron ver juntos este pasado verano en Lanzarote, cuándo el político catalán ya había conseguido ser investido president de la Generalitat; y los dos llevan en sus muñecas derechas la misma pulsera; de color rojo y formada por varias cuerdas. El entorno del president de la Generalitat explica a ElNacional.cat, sin entrar en ningún detalle, que se trata de una historia personal entre los dos.