Ya estamos en la última semana del estado de alarma en España. Una vez pasada la emergencia sanitaria, Pedro Sánchez se ha comprometido a reanudar la mesa de diálogo entre el Estado y la Generalitat. No obstante, a días de acabar la excepcionalidad, el Gobierno sigue posponiendo la cita, más allá del horizonte difuso del mes de julio. Este lunes el vicepresident Pere Aragonès reclamó que se volviera a reunir antes de un mes, antes del 15 de julio. Desde La Moncloa todavía mantienen todo en el aire porque no se ha superado la crisis del coronavirus.

En rueda de prensa después del Consejo de Ministros de este martes, María Jesús Montero ha reiterado que el presidente Sánchez "no tiene inconveniente para que pueda ser en julio". Pero no ha ido más allá de eso, señalando que "queda pendiente concretar el día, la fecha, la hora y el lugar". La portavoz del Gobierno ha insistido que siguen "pensando que sólo puede haber una situación dialogada a la situación en Catalunya". Ha subrayado que estos meses han estado "con los cinco sentidos" puestos en combatir la pandemia, y que durante este tiempo "todos los ministros hemos estado en contacto permanente con los miembros del Govern". Ha puesto el ejemplo de su interlocución con el vicepresidente Aragonès para negociar el fondo no reembolsable de 16.000 millones de euros a las comunidades.

Aunque ERC y Ciudadanos avisan durante los últimos días de que tienen proyectos políticos incompatibles, la también ministra de Hacienda no se ha movido de la posición oficial: quieren aprobar unos presupuestos del Estado que cuente con el apoyo de las dos formaciones. "No hay ningún elemento que pueda anteponerse al interés general; ni diferencias ideológicas, ni matices, ni vetos cruzados", ha defendido Montero. "Nunca ha habido un momento más adecuado para nos pongamos de acuerdo como después de una pandemia de esta dimensión. Es ahora o nunca", ha insistido.

En este contexto, Montero ha situado el horizonte en el mes de octubre para presentar el proyecto de presupuestos del Estado, para que pueda cumplir todos los trámites y entrar en vigor en enero del 2021. Estas cuentas públicas quieren incorporar las conclusiones de la comisión de reconstrucción constituida en el Congreso de los Diputados, adaptando el programa de gobierno de coalición a las "exigencias" del momento. En referencia a Podemos ha dicho que "tenemos que tener la capacidad de dejarnos guiar por el acuerdo programático pero también tener los pies en el suelo".

"Nuestra voluntad es seguir hablando con los que hicieron posible la investidura, tenemos un acuerdo estable firmado, pero el momento obliga a abrir esta negociación al conjunto de fuerzas", ha reiterado Montero. Ha deseado que "la totalidad de fuerzas decidan apoyar el proyecto".​

Finalmente, la ministra portavoz ha admitido que hay contactos con el PP y que confían en que cambie de posición de cara al decreto que regulará la nueva normalidad, que ya cuenta con el apoyo del PNV y Ciudadanos.

 

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