El Gobierno está satisfecho y "muy cómodo" con la votación del suplicatorio de Carles Puigdemont, Toni Comín y Clara Ponsatí. Desde La Moncloa señalan el "mensaje claro" que envía el Parlamento Europeo con su votación por una "amplia mayoría". Por una parte, lo ven como un "voto de confianza" en la justicia española. Por otra parte, desde el ejecutivo central ven un segundo mensaje: que es un asunto interno y que como tal el conflicto político catalán "se resuelve en España, no en Europa".
El capítulo de los eurodiputados Carles Puigdemont, Toni Comín y Clara Ponsatí no se ha cerrado con la votación que se ha conocido hoy. Justo acaba de empezar. El Parlamento Europeo les ha levantado la inmunidad, pero ahora el juez Pablo Llarena tendrá que reactivar las euroórdenes si quiere conseguir la detención. El caso quedaría en manos de la justicia belga, que en el pasado ya ha rechazado la extradición de Puig, como la justicia alemana lo hizo con Puigdemont en su momento.
Así, la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, ve un "triple" mensaje del Parlamento Europeo. En primer lugar, que la condición de eurodiputado "no puede aprovecharse" para evitar comparecer ante la justicia española. Y más cuando los hechos han tenido lugar antes de conseguir esta condición. En segundo lugar, según Laya, desmuestra el "respeto" de Europa a la justicia española y "la solidez del estado de derecho en España". Finalmente, desde el ejecutivo central consideran que la Eurocámara envía el mensaje que el conflicto "se resuelve en España, no en Europa". En este sentido, defienden que el conflicto se tiene que resolver a través del diálogo y la negociación en una mesa bilateral. "Esta es la línea del Gobierno de España tendiendo la mano a las fuerzas catalanas para buscar una solución a través del diálogo y la negociación", ha concluido Laya.
Fuentes del ejecutivo hablan incluso de un "voto de confianza en el estado de derecho y el funcionamiento de la justicia en España". No obstante, son conscientes de que el recorrido no acaba aquí, sino que incluso los tres eurodiputados independentistas pueden llevar esta votación al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) y pedir medidas cautelares. A pesar de todo, celebran que la Eurocámara "devuelva la pelota a España, que es donde tendría que haber estado en todo momento."
División del Gobierno
La votación también ha servido para evidenciar, una vez más, las importantes diferencias entre los dos socios de La Moncloa. Mientras los eurodiputados socialistas españoles han votado para levantar la inmunidad, Unidas Podemos ha votado en contra. Desde el Ministerio de Exteriores le quitan importancia, pero recuerdan que la formación de Pablo Iglesias ha votado lo mismo que Marine Le Pen. En cualquier caso, consideran que las posiciones del PSOE y Podemos han sido "consistentes" a lo largo de estos meses, y que ambas fuerzas defienden una salida dialogada al conflicto.