María Jesús Montero ha cerrado este martes filas con el número tres del PSOE, Santos Cerdán, y con su jefe de gabinete, Carlos Moreno, después de que el jueves pasado a Víctor de Aldama les señalara con el dedo ante el juez que investiga el caso Koldo y les acusara de estar involucrados en la trama corrupta. "Pongo la mano en el fuego", ha dicho la vicepresidenta primera del Gobierno cuándo ha sido preguntada por ellos dos en la comisión de investigación del caso Koldo en el Senado; ya que Aldama aseguró que les había hecho pagos. Además, Montero ha sacado pecho de que si Aldama entró en prisión (ya ha salido en libertad provisional por haber estirado de la mano) es gracias al Ministerio de Hacienda, porque va fue la Agencia Tributaria quien empezó a investigarlo, tanto en el caso Koldo como en el caso de los hidrocarburos.
Montero ha defendido que su jefe de gabinete es un "magnífico servidor público", y ha asegurado que es una "barbaridad" que se le haya señalado por la presunta trama corrupta. Aldama declaró ante el juez del caso Koldo que entregó 25.000 euros a Carlos Moreno después de que le ayudara con el aplazamiento de pagos a unas empresas. La vicepresidenta española ha asegurado que estas cuestiones, en todo caso, no llegan al ámbito de un ministro de Hacienda y ha asegurado que desconoce si se produjo este aplazamiento.
La vicepresidenta ha repetido en varias ocasiones que Aldama declaró ante el juez en calidad de imputado, motivo por el que tiene derecho a no decir la verdad. Y utilizó "la mentira" como estrategia de defensa, ha aseverado. Ha asegurado que ella no ha tenido nunca ninguna relación con el comisionista del caso Koldo; y que no se ha reunido nunca con él ni de forma directa ni indirecta.
Montero, sin embargo, ha dado una versión diferente de la de Pedro Sánchez sobre el cese de José Luis Ábalos como ministro y número tres del PSOE en 2021 de forma tan repentina. La vicepresidenta primera ha asegurado que se produjo por "falta de confianza". El relato del presidente del Gobierno es que en el Consejo de Ministros había un cierto desgaste a causa de la pandemia del coronavirus y había que hacer una renovación del equipo.
La comisión, suspendida y aplazada
Sea como sea, la comisión de investigación de este martes se ha tenido que suspender porque, de golpe, María Jesús Montero ha avisado de que tenía que ir al Congreso de los Diputados a votar sobre el nombramiento del nuevo presidente de RTVE. Así, solo la senadora de UPN le ha podido hacer preguntas a la ministra de Hacienda. Se ha decidido reprender la comisión a las cuatro de la tarde. El presidente de la comisión, el popular Eloy Suárez, ha aceptado la petición de la vicepresidenta española, pero se ha mostrado irritado. "Me habría gustado que lo comunicara a la Mesa porque lo habríamos solucionado de otra manera", ha señalado.
Por parte de Vox, se ha señalado que la decisión "no tiene ninguna justificación", y ha lamentado que ya se alteró la fecha en que tenía que comparecer Montero. El presidente de la comisión, sin embargo, ha defendido los derechos de la vicepresidenta primera del Gobierno porque "el voto de un diputado es un derecho constitucional reconocido y punto".