La ministra de Igualdad, Irene Montero (Unidas Podemos), ha defendido este lunes que la "única vía" para aprobar los presupuestos generales del Estado (PGE) es la mayoría que permitió investir a Pedro Sánchez y la que aprobó la moción de censura contra Mariano Rajoy.
En una entrevista de Catalunya Ràdio ha asegurado que "la única mayoría que en estos últimos años ha servido para dar estabilidad en España es la mayoría progresista", y que los intentos de pactar con formaciones de derecha no han prosperado.
También ha advertido que Cs realmente no quiere aprobar los PGE, sino "plantear la división del gobierno" y tratar de reducir la influencia de Unidas Podemos en las decisiones del ejecutivo.
Cuando le han preguntado si subirán los impuestos en los PGE, ha sostenido que el acuerdo de gobierno entre el PSOE y Unidas Podemos incluye impulsar una fiscalidad más progresiva, y cree que los dos partidos de coalición van "en la misma dirección" de cara a las cuentas.
Diálogo en Catalunya
La dirigente de Podemos ha afirmado que la mesa de diálogo tiene que poner en funcionamiento y que, más allá que haya elecciones catalanas, es importante demostrar "que la mesa y este gobierno son útiles".
Asimismo, ha defendido que en el diálogo se puede hablar de aunque después se tienen que buscar puntos de encuentro: "En el diálogo todo es posible, después en los acuerdos se tienen que ir buscando puntos en común".
Preguntada por si Catalunya tiene derecho a decidir, ha contestado que "los catalanes tienen derecho a decidir y los españoles tienen derecho a decidir", y que, según su opinión, ahora lo más importante es buscar acuerdos para articular la convivencia.
Caixabank y Bankia
Montero ha explicado que Unidas Podemos desconocía la fusión entre Caixabank y Bankia, y ha dicho que es una noticia preocupante porque considera que la concentración bancaria no es positiva para la economía y que Bankia tendría que ser el "embrión de una banca pública" para hacer transformaciones profundas en España.
Además, ha tildado de "vergüenza" la salida del rey emérito Juan Carlos I y ha defendido que "no fue una decisión de gobierno", y que no tiene constancia que el ejecutivo de Pedro Sánchez lo facilitara.