La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha celebrado la aprobación de la ley trans-LGTBI este martes en el Consejo de Ministros. Montero ha asegurado a una entrevista en Radio 4 que "estas son las leyes que hacen historia y cambian las vidas cotidianas de la gente".

El anteproyecto de ley que aprueba hoy el Consejo de Ministros es la base sobre la cual se puede mejorar, ha afirmado Montero. La ministra ha recordado que la aprobación de la ley por el Ejecutivo de Sánchez es solo un primer paso, ya que la ley tendrá que pasar de nuevo por el Congreso de los Diputados.

Montero se ha mostrado abierta y dispuesta a debatir mejoras sobre la ley, entre las cuales se incluye el tratamiento por parte de las administraciones de las personas no binarias, es decir, aquellas que no encasillan su identidad en ningún género en concreto. La ministra ha dejado entrever su voluntad de incluir la realidad de este colectivo a la ley, pero en el anteproyecto no está plasmado.

L'abc de la ley trans

Las disputas sobre el anteproyecto de ley y su contenido se ha alargado durante meses creando confusión de lo que finalmente incluirá el documento. El aspecto más destacado que aporta la nueva ley trans y LGTBI es la despatologización de las personas trans. En otras palabras, dejan de ser consideradas enfermas, como ya hace años que pide la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Con la despatologización llegan las facilidades para cambiar de sexo al Registro Civil, donde no habrá que presentarse con testigos ni pruebas ni informes médicos. De manera que no dependen de tercero para reclamar su identidad, solo de sí mismos. Eso es la autodeterminación de género, uno de los puntos candentes de la ley. Como ha recordado Montero, "la clave de la ley es que las personas deciden y dicen quiénes están ante la administración", sin ser patologitzades o paternalizades. Este trámite lo pueden hacer sin supervisión de tutores o padres los adultos y los menores a partir de 14 años.

Otra de las claves de la ley es la nueva regulación sobre la hormonación de las personas trans. Hasta ahora es obligatorio hormonarse durante dos años para acceder al cambio de sexo, con la nueva ley este requisito desaparece. "No son personas enfermas, no los obligaremos a hormonarse", ha sentenciado Montero, quien ha añadido que facilitar la hormonación, que no obligarla, permite acceder de forma segura a este tratamiento y no relegar a ciertas personas a "autohormonarse y buscarlas por internet".

Otros aspectos destacados del anteproyecto es la prohibición de las terapias de conversión, en cualquiera de sus formas. Se trata de terapias que están destinadas a modificar la orientación o la identidad sexual o la expresión de género.

Ruptura interna al PSOE

La ley trans ha sido una de las principales armas arrojadizas entre Podemos y PSOE en el seno del Gobierno. Las dos caras más visibles de esta batalla han sido Montero y la vicepresidenta Carmen Calvo. Gemma Nierga ha preguntado a Irene Montero si la aprobación del anteproyecto la considera una victoria sobre Calvo. La ministra ha esquivado la pregunta y se ha limitado decir que se siente "satisfecha con el trabajo bien hecho".

Aunque el anteproyecto descansa sobre la mesa del Consejo de Ministros, como ha puntualizado Montero tiene que pasar todavía por el Congreso. En las cortes el PSOE ha hecho naufragar anteriormente una propuesta de ley trans, un escenario que podría repetirse si diputados del PSOE ignoran la disciplina de voto. A pesar de esta posibilidad Irene Montero se ha mostrado confiada que la ley trans-LGTBI será una realidad futura.

 

Imagen principal: La ministra Irene Montero durante la primera entrega de los Reconocimientos del Arco Iris a personas y entidades LGTBI / Europa Press