Sabe que es difícil, pero no lo ve imposible. El expresident José Montilla ha hecho hoy una declaración "sobre la grave crisis política que estamos viviendo" y ha exigido al Govern que "paren la DUI" porque, ha señalado, "la ruptura de la ley es inaceptable".

Justificante que las "advertencias sobre la fractura social y la ruptura de la convivencia no son el 'discurso del miedo'", Montilla se ha lamentado de que "el riesgo, en nuestra casa, aparece ya con mucha claridad" y ha advertido al ejecutivo de Carles Puigdemont que "si seguimos así, nos podemos encontrar con auténticas deslocalizaciones empresariales".

De hecho, se ha amparado en las empresas que en estos últimos días han movido su sede social de Barcelona a otros puntos del estado español y ha advertido al Govern que "ningún país se puede permitir el lujo de colocar su tejido económico en estado de choque", mientras ha reprochado a Puigdemont que "reacciones que desprecian o frivolizan esta cuestión son irresponsables".

Silencios y ambigüedades

Ahora bien. El expresident socialista ha criticado tanto el gobierno catalán como el español porque considera que "ha habido demasiados silencios y demasiadas ambigüedades por parte de la clase dirigente de este país" y ha instado a los dos ejecutivos a acabar con todo eso y arrancar "un debate sereno, claro y positivo".

Pero fuera de cargar contra el enrocamiento de Mariano Rajoy, sí que lo ha hecho contra la voluntad del Gobierno de salir adelante con la voluntad de gran parte del pueblo catalán y los ha emplazado a "no ignorar las voces que claman para impedir una nueva huida adelante haciendo una declaración de independencia" porque, según su opinión, eso "sólo serviría para hacer más difícil un acuerdo".

Después de eso, sí que ha insistido en que los dos ejecutivos "hagan esfuerzos reales, no retóricos, de disminución de la tensión a partir de un compromiso explícito y urgente de no adoptar nuevas decisiones que nos lleven al desastre." Precisamente por todo ello, ha continuado en su defensa del diálogo, una vía "de la política sensata y de los acuerdos factibles" que, es consciente, compuerta "enormes dificultades", pero que, a juicio suyo, "es la única vía".

 

Montilla, reconociendo que "hay problemas reales que requieren una solución política" y que "una parte muy importante de la sociedad catalana cree que la única solución pasa por la declaración de independencia" —cosa que, según su opinión, lo han "generado" Puigdemont y Junqueras-, ha defendido sus tesis que argumentan por las que no se pueden adoptar nuevas decisiones que nos lleven al desastre" bajo el argumento que este domingo había "centenares de miles de ciudadanos que [...] han alzado la voz en Barcelona". Pero, sobre todo, se ampara en que, todo eso, "lo dicen el gobierno de España y la judicatura".