Rusia ha considerado este martes una "barbaridad" el informe del Parlamento Europeo en el que piden que se investiguen los lazos entre el independentismo catalán y la inteligencia rusa, tras las informaciones publicadas por el diario estadounidense The New York Times. La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, ha criticado en una rueda de prensa que "el Parlamento Europeo aprueba una resolución sin importar la postura de las estructuras oficiales y organismos de seguridad del país del que habla el documento", aludiendo a la postura oficial adoptada por el estado español.

Otra vez más, la portavoz se ha visto obligada a recordar que la actitud española se vio reflejada en "la decisión de la Audiencia Nacional de archivar en 2020 la investigación sobre la presunta injerencia rusa en los preparativos del referéndum, por la falta de indicios sobre la existencia de delito", según recoge la agencia de noticias rusa Sputnik.

"Artículo falso"

Tal como ya informó este diario el miércoles pasado, el grupo socialista del Europarlamento impulsó una enmienda a una propuesta sobre las relaciones con Rusia, que pide que se investigue si existen contactos entre este país y el independentismo catalán, y fue aprobada. Entre los eurodiputados que votaron a favor se encuentran los de PP, PSOE, Ciudadanos y Vox, mientras que rechazaron la enmienda los representantes de Junts, ERC, PNV y Unidas Podemos. Los verdes, en cambio, se abstuvieron en bloque.

En la petición, se hace referencia a "las recientes revelaciones sobre contactos estrechos y regulares entre funcionarios rusos, incluidos miembros del servicio de seguridad, y representantes de un grupo de secesionistas catalanes en España".

Para este documento, "lo único que sirvió de fundamento" fue "el reciente artículo falso del periódico estadounidense The New York Times, que fue recogido por numerosos medios de comunicación españoles", ha indicado Zajárova. "Son payasos locos que publican una cadena infinita de informaciones no fiables, y a la vez convierten la lucha contra la desinformación en uno de los temas de su agenda", ha agregado.

Por último, la portavoz ha precisado que "la situación en Catalunya es un asunto interno de España" y que Madrid "conoce bien" su postura.

No hay vínculos

El Kremlin ya había rechazado con anterioridad los supuestos contactos entre los servicios de Inteligencia rusos y el entorno del president Carles Puigdemont, y habían señalado que cualquier implicación de Moscú con el independentismo "no es más que una mentira". El portavoz del Gobierno ruso, Dimitri Peskov, negó que tuvieran constancia de esos contactos. "No sabemos hasta qué punto son fidedignas esas publicaciones", afirmó, tras negar "categóricamente" una posible implicación de Moscú en "los sucesos de Cataluña".

Por su parte, el Parlamento Europeo pidió la semana pasada que se investiguen estas presuntas conexiones, aludiendo a que "las recientes revelaciones sobre contactos estrechos y regulares entre funcionarios rusos, incluidos miembros del servicio de seguridad, y representantes de un grupo de secesionistas catalanes en España requieren una investigación en profundidad". Desde la Eurocámara mostraron su preocupación porque este caso "podría resultar ser otro ejemplo de injerencia rusa en los Estados miembros y de los constantes intentos de Rusia de explotar cualquier asunto que pueda promover la desestabilización interna de la Unión".

Esta petición se incluyó como enmienda en el informe elaborado por el popular lituano Andrius Kubilius en el que se reclamó a la UE estar preparada para no reconocer las elecciones rusas para renovar la Duma estatal.

El president Puigdemont cargó contra la inclusión de esta enmienda, que, a su juicio, busca "por la puerta de atrás" fomentar una acusación "infundada" contra el independentismo. "La enmienda solo quiere tergiversar un movimiento democrático y presentarlo como un instrumento para desestabilizar a la UE y cubrir la represión de la que es objeto y aislarlo de posibles alianzas", criticó Junts en un comunicado, en el que aseguró que la Eurocámara da pábulo a noticias falsas.

 

Foto principal: el Parlamento Europeo / ACN