La dirección política y altos mandos de los Mossos d'Esquadra han abandonado esta mañana el acto de celebración de la patrona de la Guardia Civil en el cuartel de Sant Andreu de la Barca (Baix Llobregat), como protesta por lo que fuentes del Departament d'Interior han calificado de "ofensas" a la policía catalana en los discursos de Félix Vicente Azón, director general del instituto armado, i del jefe de la Guardia Civil en Catalunya, Pedro Garrido.
La situación ha disparado la tensión entre los dos cuerpos policiales en vísperas de que se conozca la sentencia del Tribunal Supremo contra los líderes del 1-O y las anunciadas movilizaciones de repulsa a la previsible condena que preparan las organizaciones y partidos independentistas.
Precisamente, Mossos y policías estatales, tanto la Guardia Civil como el Cuerpo Nacional de Policía, han celebrado varias reuniones los últimos días para coordinar el operativo de seguridad ante las protestas previstas. El Ministerio del Interior ha reforzado la presencia de agentes de los cuerpos estatales en Catalunya.
Al acto asistían, entre otros altos cargos políticos y jefes de la policía catalana, el secretario general de Interior, Brauli Duart, el director general de los Mossos, Pere Ferrer, y el comisario jefe de los Mossos, Eduard Sallent. Todos ellos han abandonado el recinto al interpretar como ofensivas ciertas alusiones en los discursos de los responsables de la Guàrdia Civil al major de los Mossos procesado por el 1-O, Josep Lluís Trapero, y a la intendenta Teresa Laplana, según han informado a ElNacional.cat fuentes del Govern.
Trapero y Laplana coordinaron el dispositivo de los Mossos durante el registro de la Guardia Civil en la Conselleria d'Economia el 20 de setembre del 2017, origen del procesamiento de ambos por sedición. El registro lo ordenó el juez del número 13 de Barcelona, Juan Antonio Ramírez Sunyer, quien precisamente ha sido condecorado a título póstumo en el acto de hoy, lo que ha incrementado el malestar de la cúpula de los Mossos.
También estaba en el acto Javier Zaragoza, fiscal del Tribunal Supremo y uno de los cuatro representantes del ministerio público en el juicio del procés, quien ha saludado a diversos jefes de la Guardia Civil con efusividad. Además, ha asistido la delegada del gobierno español en Catalunya, la socialista Teresa Cunillera, y políticos como la diputada del PP por Barcelona Cayetana Álvarez de Toledo.
Las fuentes han explicado a este diario que los responsables de los Mossos han considerado "claramente ofensivas" para la anterior cúpula de la policía de la Generalitat algunas expresiones de Azón y Garrido, por lo cual han decidido marcharse en señal de protesta del tradicional acto que celebra la Guardia Civil en honor de su patrona, la Virgen del Pilar.
Discurso de alto voltaje
En su parlamento, Azón ha aseverado que el instituto armado tomará "todas las medidas necesarias" para evitar que la resolución aprobada por el Parlament que pide la retirada de sus efectivos de Catalunya "tenga trascendencia alguna".
Azón ha felicitado a la Guardia Civil por la detención de los siete miembros de los Comitès de Defensa de la República (CDR) acusados de terrorismo y encarcelados porque -ha dicho- "ha evitado males mayores que afortunadamente ya nunca llegarán a producirse".
El jefe de la Guardia Civil también ha suscrito las palabras del responsable del cuerpo en Catalunya, Pedro Garrido, quien ha aseverado en el mismo acto que combatirá "sin tregua ni pena" a los que quieran "recorrer el camino de la independencia siguiendo el camino del terror", aunque "independentismo y terrorismo no sean lo mismo".
Garrido ha advertido en su duro discurso que la Guardia Civil ha contribuido a la "fundamentación" de la sentencia del procés con "un trabajo de investigación objetivo, riguroso y exhaustivo". "Lo volveremos a hacer", ha llegado a decir, al defender la actuación de la Guardia Civil en la represión del referéndum del 1-O y parafraseando el lema del presidente de Òmnium, Jordi Cuixart, en prisión preventiva hace casi dos años.
Operación Judas
Garrido ha afirmado que, de la misma manera que "ser independentista no es lo mismo que ser catalán", ser soberanista tampoco es sinónimo de "terrorista", pero ha avisado de que pondrán "a disposición de la justicia" a los que opten por el "terror".
Y se ha referido así a la Operación Judas contra los CDR: "Esta brillante actuación nos enfrenta a todos a la verdad de que las pretendidas sonrisas revolucionarias se convierten con más facilidad de lo que se puede pensar o desear (...) en un rictus capaz de generar destrucción, dolor y sufrimiento", ha asegurado Garrido.