Los Mossos d'Esquadra admiten "errores" en la operativa y la planificación para detener a Carles Puigdemont en su regreso a Catalunya el pasado 8 de agosto. Así consta en el informe que el cuerpo ha enviado al Tribunal Supremo este martes, según ha adelantado El Confidencial. El informe —solicitado por el juez Pablo Llarena— apunta a que los agentes no contemplaron la posibilidad de que Puigdemont se volviera a marchar, además reconocen que el dron aéreo con cámara que utilizó el cuerpo para controlar la llegada del líder de Junts dejó de enfocar el punto donde estaba Puigdemont justo antes de emprender el retorno a Waterloo en coche. En lugar de mantener el plano en el vehículo blanco en el cual subió Puigdemont, se centró en la comitiva de Junts que caminaba desde el Arc de Triomf hacia el Parlament de Catalunya. Los argumentos del escrito firmado por el comisario jefe, Eduard Sallent, apuntan a una estrategia de "confusión y engaño" orquestada por un "grupo de fieles de Junts". Y añade que "el señor Puigdemont volviera a España para después huir no se contempló como una posibilidad".

El dron de los Mossos no siguió a Puigdemont

Según detalla el informe, de 25 folios, los Mossos trabajaban con el escenario que Puigdemont volviera a Catalunya después de 7 años en el exilio a cumplir con su voluntad de participar en el pleno de investidura de Salvador Illa. De hecho, reconocen que se contemplaba la opción que el presidente del Parlament, Josep Rull, ayudara a Puigdemont a entrar en el pleno. Finalmente, esta situación no se dio, pero los Mossos apuntan en el informe que Rull no dejó pasar a la cámara catalana a los agentes el día antes de la celebración del pleno para inspeccionar el Parlament porque "reforzaron las sospechas sobre un posible acceso del señor Puigdemont en el Parlament de manera previa al debate de investidura". No fue hasta las 7 de la mañana del mismo día 8, que pudieron realizar una requisa en el interior del Parlament y en las zonas exteriores por parte de la unidad canina y subsuelo".

Los Mossos señalan en el informe que "tenemos que destacar que la aparición del señor Puigdemont en el escenario para ofrecer un discurso ni se conocía ni se había planteado. Las informaciones disponibles indicaban que el escenario y las pantallas se habían instalado con la finalidad de retransmitir en directo del debate de investidura". El día del retorno de Puigdemont se desplegaron tres equipos de la unidad de drones. Sin embargo, reconocen que lo dejaron de seguir una vez acabó su discurso y bajó del escenario. El momento clave se produjo solo en 7 minutos entre las 9:03 y las 9:10. Después del discurso, el dron observó como Puigdemont entraba en una de las carpas que la organización había instalado detrás del escenario y aquí se le perdió de vista. Estas carpas estaban delimitadas por vallas y estaban protegidas por un centenar de personas "a modo de barrera de protección". Cuando Puigdemont estaba fuera de la vista de todo el mundo, se produjeron "dos movimientos simultáneos".

Un vehículo blanco en el cual se marchó Puigdemont subió una rampa de salida de un aparcamiento subterráneo próximo y se situó al lado por perímetro exterior de las carpas. Además, según señala una de las personas que había acompañado al líder de Junts se colocó a la altura del coche, y el dron de la policía grabó como "a las 9:08 se observa cómo esta persona situada en la parte interior del perímetro manipula las vallas (presuntamente corta las bridas que sujetaban las vallas y las abre para permitir el paso). A las 9.09 horas, las imágenes del dron muestran que el vehículo blanco sigue estacionado justo al lado de las vallas que la persona ha manipulado desde el interior y que esta persona sigue en la zona interior". A las 9:09, con la intervención de Puigdemont finalizada, se decidió que el dron siguiera a las autoridades que se desplazaban hacia el Parlament. Un minuto más tarde, cuando se enfocó, el coche blanco ya no estaba, había desaparecido. Una situación que el cuerpo policial no había contemplado.

"Una trampa bien diseñada"

El cuerpo policial reconoce que en el momento que se perdió a Puigdemont, todos los participantes en el dispositivo "a excepción del agente de la Comisaría General de Información, que observó visualmente los movimientos del señor Puigdemont" estaban haciendo el seguimiento de la comitiva de Junts, "ya que se creía que el señor Puigdemont estaba entre todos estos políticos". Para poner el foco en esta comitiva, los Mossos se basaron en una frase que Puigdemont hizo en su discurso para pensar que iría al Parlament: "Queridos compatriotas, dentro de un rato tenemos una sesión importante". El relato concluye que cayeron en una "trampa muy bien diseñada".