Los Mossos d'Esquadra se preguntan dónde están Carles Puigdemont y Jordi Turull desde hace diez horas, cuando desaparecieron después del acto que el expresident de la Generalitat y el secretario general de Junts realizaron en el Arc de Triomf, donde se materializó el retorno del exilio tras siete años. Hace diez horas perdieron la pista de Puigdemont, cuando esperaban detenerlo —ya estaba todo preparado, los máximos mandos del cuerpo lo esperaban en la entrada del recinto del parque de la Ciutadella—. Puigdemont se montó en un coche, acompañado de Turull, y tras dar dos vueltas por la zona del Parlament, finalmente se esfumó. El despliegue de los Mossos d'Esquadra, con más de 300 agentes, no ha evitado que el vehículo —propiedad de un agente de los Mossos que ha sido detenido— se haya esfumado, y con él, el objetivo a detener. El president Puigdemont tiene una orden de detención vigente del Tribunal Supremo por un delito de malversación por la organización del referéndum del 1 de octubre de 2017.

🔴 Última hora de Puigdemont, DIRECTO | Reacciones a su regreso a Catalunya
 

Cuando los Mossos confirmaron que el vehículo se había escapado y que la detención de Puigdemont se complicaba, aunque se le había visto caminando por la capital del país, se activaron todas las alarmas. Se ordenó cerrar Barcelona. Tenían el coche, la marca, el modelo y la matrícula, y querían atraparlo antes de un nuevo movimiento del entorno del president para evitar ser arrestado.

Puigdemont se esfuma

Aunque los Mossos aseguran que no habían pactado ni acordado ninguna entrega del president, sí que la policía catalana trabajaba con la hipótesis de la información generada en los últimos días por el entorno de Carles Puigdemont, que aseguraba que tenía la intención de llegar a Barcelona, como ha hecho, y de entrar en el Parlament de Catalunya, donde la policía esperaba poder arrestarlo. El plan estaba diseñado —y se habían previsto muchos escenarios distintos— para evitar una detención que podría haber acabado con incidentes si los Mossos hubieran querido arrestar a Puigdemont en el Arc de Triomf. Durante el acto que hizo Puigdemont en Arc de Triomf había agentes de paisano, pero tampoco fue posible detenerlo allí. Se confiaba en poder hacerlo cuando el expresident hubiera entrado por la puerta de la calle de Wellington, dirección al pleno, pero no fue así y se esfumó. Ni el helicóptero ni los agentes de paisano que vigilaban a Puigdemont pudieron interceptarlo y el vehículo se perdió por las calles de Barcelona, hasta que entró en las rondas.

El objetivo era encontrar el vehículo. Los Mossos tenían la matrícula y se ordenó, por la emisora policial, iniciar un cierre de la ciudad de Barcelona y de la zona Metropolitana Sur, para intentar detener el vehículo y detener a Carles Puigdemont. Se inició una operación Jaula que desplegó a agentes en varios puntos clave de la ciudad para inspeccionar vehículos y evitar la marcha del president. Se efectuaron controles en vías rápidas y también en caminos. Tal y como marca el protocolo de activación de estos dispositivos, el Jaula se amplió a otras regiones del país y finalmente se activó en toda Catalunya, con controles también en los pasos fronterizos, en el acceso a los aeropuertos y los puertos. Los controles de paso generaron retenciones en muchos puntos del país y agentes de los Mossos también subieron a autocares para intentar localizar a Carles Puigdemont, sin éxito hasta el momento.

Arribada Carles Puigdemont Arc de Triomf escenari discurs / foto: Carlos Baglietto
Llegada de Puigdemont al Arc de Triomf, esta mañana / Foto: Carlos Baglietto

A media tarde, los Mossos han confirmado que han desactivado formalmente este despliegue especial para intentar localizar por carretera al president Puigdemont y se han iniciado controles esporádicos, sobre todo en la parte norte del Principat, para evitar que Puigdemont pueda cruzar la frontera administrativa que separa el Estado español y Francia. La investigación ha pasado a una fase no reactiva y más de fondo para poder encontrarlo, si aún está en Catalunya, y hacer efectiva la detención que ordenó el Tribunal Supremo en 2017.

Investigación para aclarar los hechos

De forma paralela, y bajo la dirección de la Comisaría General de Información de los Mossos, también se ha iniciado una investigación para aclarar cómo se ha diseñado la marcha de Puigdemont y cómo se ha podido esfumar ante 300 policías. De momento, se han detenido a dos agentes de los Mossos, en Barcelona y Granollers, y se cree que más policías han ayudado a realizar el juego de manos que ha dejado a todos sorprendidos y con una crisis importante en la dirección de los Mossos. También se quiere localizar y trasladar ante un juez a Jordi Turull para aclarar qué papel ha jugado el secretario general de Junts en este plan de fuga de Puigdemont. El del Vallès ha sido quien ha acompañado en los últimos momentos, antes de dejarse ver por primera vez, al president. Habrá que ver qué juez asume la investigación. Lo que no se podrá aclarar, de momento, es cuál era el objetivo que tenía Carles Puigdemont con el movimiento de hoy en el centro de Barcelona y cómo ha puesto en jaque al cuerpo de la policía de Catalunya. Los Mossos también han informado durante la tarde, de forma oficial, al juez Llarena —quien busca y quiere detener a Puigdemont— que el president no ha podido ser arrestado y que, hasta ahora, no ha sido localizado. El pleno del Parlament, que debía servir para investir a Salvador Illa como president, se ha podido celebrar con normalidad y el socialista ya es el 133.º president de la Generalitat de Catalunya.

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Imágenes de los controles de los Mossos en la entrada de Barcelona, buscando a Puigdemont / ACN

El Departament d'Interior, con el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, el director general de los Mossos, Pere Ferrer, y el comisario en jefe, Eduard Sallent, con su segunda, Rosa Bosch, y otros mandos del cuerpo, mañana, a las once de la mañana, darán explicaciones sobre el operativo que se había diseñado para detener a Carles Puigdemont y aclarar qué ha fallado. Los sindicatos de la policía catalana han criticado la gestión que se ha hecho del dispositivo de seguridad del pleno y que, sobre el papel, debía arrestar a Puigdemont.