Espionaje al independentismo catalán nuevamente confirmado. Los Mossos d'Esquadra han certificado que Jordi Sànchez y Elisenda Paluzie fueron espiados con Pegasus, cuando eran presidentes del Assemblea Nacional Catalana (ANC) y también Sònia Urpí al asumir el secretariado de la ANC. Sànchez recibió 19 SMS maliciosos y también fue espiado al fundar Junts y ocupar el cargo de secretario general del partido, el verano de 2020. Los tres han declarado como querellantes ante la titular de instrucción 23 de Barcelona, este miércoles. Los exdirigentes de la ANC presentaron la querella hace más de un año, pero la magistrada no los ha citado a declarar hasta tener la confirmación de una pericial oficial. Al salir de la declaración, los tres han exigido saber quién los espió y si fue autorizado por el juez de control del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) o por cuerpos policiales del Estado. "Fuimos espiados para ser de la ANC y esto afecta a todo el movimiento independentista y a la ciudadanía de Cataluña", han denunciado
La magistrada Maria Ángels Falip por ahora solo ha admitido emitir una comisión rogatoria internacional en Israel para que la empresa NSO, propietaria del software Pegasus, exponga a quien le encargó espiar los cargos de la Asamblea. También a su delegación en Luxemburgo. Del CNI, por ahora no ha aceptado ninguna imputación. NSO admitió al Parlamento Europeo que solo vende este software a estados y organismos estatales.
Espiados desde el 2015 al 2020
En concreto, la pericial de los Mossos precisa que Jordi Sànchez fue espiado desde el 2015 al 2017 y después el año 2020. Hasta ahora, el CNI solo había admitido haberlo espiado el año 2020, junto con otras 18 personas, como también Paluzie y el presidente Pere Aragonès. "La última fecha es julio del 2020, cuando salí en un permiso de la prisión y fudamos Junts", ha declarado Sànchez que ha añadido: "Hemos sido espiados para ser de la ANC y para defender un proyecto político. El Estado nos ha espiado." Sànchez estuvo en prisión preventiva desde el 16 de octubre de 2017, fue condenado por sedición a 9 años de prisión, y salió de con el indulto el verano de 2021, como el resto de presos políticos. Jordi Sànchez fue secretario general de Junts y fue elegido diputado.
Por su parte, Paluzie tenía 2 móviles y los Mossos han encontrado evidencias de infecciones en el 2019, antes y después de la sentencia del procés, y en mayo y junio del 2020, cuando se presentaba a la reelección como presidenta de la ANC. "La pericial de los Mossos confirma los informes de Citizen Lab y Amnistía Internacional, y por lo tanto hay más de 65 personas espiadas. El Parlamento Europeo concluyó que tenemos derecho a saber la verdad, aunque haya autorización judicial", ha declarado la expresidenta de la ANC.
Sànchez y Paluzie han recordado que todas las manifestaciones convocadas por la ANC en apoyo de la independencia de Catalunya "han sido pacíficas" y, por lo tanto, es injustificado el control por su activismo.
Han detallado que las infecciones de los móviles se produjeron al recibir SMS sobre noticias relacionadas con la ANC o "muy personales y estudiadas sobre cada persona". En el caso de Paluzie no hacía falta que cliqueara la noticia para ser infectada y perder el control del móvil. El rastro solo se puede seguir en los Iphone, no en los Android. La magistrada les ha preguntado si los móviles eran de la ANC, del trabajo o personal, y los tres han dicho que lo usaban para las tres funciones, hecho que implica una intrusión en su vida personal más grave.
Pep Cruanyes, miembro del secretariado de la ANC, ha dado apoyo a los tres querellantes, y ha asegurado que "es una situación gravísima porque afecta a la libertad de expresión y es claramente una represión política", además ha insistido: "Si hay una autorización judicial de su espionaje, demuestra que estamos en una democracia deficiente."