Los Mossos d'Esquadra detuvieron a mediados de septiembre a un tirador de 63 años que planeaba atentar contra Pedro Sánchez, según ha informado Publico este jueves.
Manuel Murillo Sánchez quería vengarse de esta manera por la orden de exhumación de los restos de Franco.
El hombre fue detenido en Terrassa donde tenía hasta 16 armas de fuego, incluyendo rifles de alta precisión. En el registro de su domicilio se localizó un fusil de asalto militar Cetme, un subfusil ametrallador Skorpion vz. 61 y cuatro rifles de precisión, además de que en el coche guardaba dos pistolas, una modificada e ilegal.
Se trata de un vigilante de seguridad privada y socio del Club de Tiro de Terrassa, entidad que estudia expulsarlo y que lo ha definido como un "tirador mediocre" en palabras de su presidente a TV3. Además, Murillo tenía gran habilidad para modificar armas y era hijo de un alcalde franquista de Rubí.
El digital comenta que Murillo tiene una personalidad obsesiva y un historial familiar de problemas psicológicos.
Ayuda y apoyo logístico
Público también recoge que incluso buscó cómplices para acabar con "este rojo de mierda", según sus palabras, en un grupo de WhatsApp. Aunque no había participado en actos violentos, sí que frecuentaba ambientes de ultraderecha.
Precisamente una usuaria de este grupo de WhatsApp dio la señal de alarma al ver que las palabras empezaban a resultar creíbles y que solicitó ayuda y apoyo logístico para cometer un atentado contra Sánchez.
Tampoco tenía miedo: "Estoy dispuesto a sacrificarme por España", había escrito el este grupo reducido en alguna ocasión.
Ahora, Murillo está ingresado en la prisión de Brians-2 donde nada más llegar confesó las intenciones que tenía de atentar contra el presidente del gobierno español.
En prisión desde el 21 de septiembre
El hombre ingresó en prisión preventiva el pasado 21 de septiembre por decisión del juzgado de instrucción 4 de Terrassa, tras ser detenido en relación a unas amenazas al presidente Pedro Sánchez.
Posteriormente, el juzgado de instrucción 3 de Terrassa, en fecha 4 de octubre, ratificó la prisión provisional comunicada y sin fianza.
La causa está abierta por los delitos de conspiración para atentar contra autoridad con uso de arma, delito de amenazas graves, delito de tenencia ilícita de armas, municiones y explosivos y un delito de odio.