Los Mossos de Esquadra han levantado la operación Jaula, según ha informado la policía catalana hacia las seis de la tarde, horas después del retorno y marcha del president Carles Puigdemont en Barcelona. Se mantienen controles esporádicos en las fronteras. El cuerpo policial ha puesto en marcha este dispositivo especial, y buscaba dos matrículas de dos vehículos, uno de ellos un coche de color blanco, con los cuales se podría haber marchado desde el Arco de Triunfo, en el paseo de Lluís Companys, después de su discurso. Los Mossos han detenido a un agente del cuerpo que es el propietario de uno de los vehículos y busca a más agentes implicados. Poco antes de las dos del mediodía, sin haber localizado Puigdemont, la policía catalana ha desmontado los controles viarios. La operación ha provocado largas colas en distintos puntos del país.
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El líder de Junts, acompañado y protegido por representantes del partido y de su abogado, Gonzalo Boye, ha aparecido en el paseo Lluís Companys y ha hecho su discurso en un escenario sin ser detenido por agentes de los Mossos. Había unos 300 uniformados, y también de paisano, en el parque de la Ciutadella y en los alrededores. Militantes y ciudadanos y las entidades independentistas lo han acompañado y protegido. No había ningún pacto de entrega entre Puigdemont y la dirección de Mossos, según su defensa.
Espera expectante en la puerta del Parlament
Boye, junto con Jami Matamala, amigo de Puigdemont y el director de la oficina del president, Josep Lluís Alay, se han desplazado a la puerta del Parlament, media hora antes del inicio del pleno de investidura, hecho que ha provocado mucha expectación y que los periodistas los siguieran a cada movimiento. Finalmente, el pleno ha empezado con la intervención del socialista Salvador Illa, pasadas las diez de la mañana, y el abogado y los amigos del president en el exilio han marchado de la Ciutadella. Momento en que los Mossos han activado la búsqueda de Puigdemont al ver que no ha ido al Parlament, y han movilizado el helicóptero sobre los alrededores del edificio de la cámara catalana.
Largas colas en la AP-7
El cierre policial de los accesos a Barcelona y en salidas del país ha provocado importantes retenciones viarias. El Servicio Catalán de Tráfico informaba que, este jueves al mediodía, había unos 6 kilómetros de cola a la AP-7 entre Darnius y la Jonquera hacia el norte; y en otros tramos de este vial rápido, como por ejemplo entre Vendrell y Roda de Berà (5 km) y l'Ampolla y l'Aldea (6 km). Además, en la AP-7, en Catellbisbal a Castellví de Rosanes, había 8,5 km de retención, en este caso por un accidente.