Después de una nueva noche de disturbios en Barcelona, la peor desde que empezaron las protestas contra la sentencia, agentes de los Mossos y del Cuerpo de Policía Nacional decidieron hacerse una fotografía de la gesta. En una actitud de absoluta camaradería, una decena de agentes de los dos cuerpos posaron para hacerse una fotografía con un móvil. Uno de los agentes incluso lucía una de las escopetas con la que se habían disparado foam o pelotas de gomas contra los manifestantes, después de las ocho horas de batalla campal en el centro de la ciudad con fuego y gases.
Los disturbios empezaron en Via Laietana a las 16h y, con la dispersión policial, se acabaron moviendo hacia la plaza Urquinaona. Allí e donde se organizó una auténtica una batalla campal que se acabó a las 23h haciendo salir en escena "el botijo", la tanqueta de cañones de agua que los Mossos compraron el año 1994 y que todavía no habían utilizado.
A la espera del balance oficial, hacia las 12 de la noche el balance era de 60 personas atendidas por el SEM en Barcelona, 20 de las cuales requirieron traslado hospitalario. También hubo 10 detenidos.