El consejo nacional de Junts per Catalunya tiene que validar este sábado en Mollerussa el nuevo convenio entre el partido de Carles Puigdemont y Moviment d'Esquerres, la escisión que surgió del PSC fruto del inicio del procés independentista. El acuerdo, en el cual ha tenido acceso El Nacional.cat y que todavía tiene que ser firmado por los principales dirigentes del partido, incorpora que Moviment d'Esquerres tendrá representación en la ejecutiva de Junts per Catalunya, mientras que el partido de Puigdemont también tendrá en la dirección encabezada por Josep Serra y Teresa Garcia. Se trata de una de las principales novedades del nuevo convenio entre los dos partidos, que han ido tejiendo alianzas nacionales y municipales desde las elecciones en la cámara catalana del 2021. De hecho, este acuerdo se enmarca en el proceso congresual de Junts per Catalunya, que consiguió incorporar personas de "diferentes sensibilidades" en la dirección nacional del partido. A modo de ejemplo, existe la fusión entre Junts per Catalunya y Demòcrates, que ha facilitado que Toni Castellà sea vicepresidente juntaire y Assumpció Laïlla sea miembro nato de la ejecutiva fruto de la incorporación de la Fundación de Demòcrates (FunDem). Otro ejemplo de esta apertura es como el presidente de Impulsem Penedès, Jaume Casañas, o el representante de Acció per la República, Oriol Izquierdo, se han convertido en miembros de la ejecutiva nacional juntaire.
El acuerdo entre Junts y Moviment d'Esqueres también subraya que "favorecerán la doble militancia" entre sus afiliados. Además, Moviment d'Esquerres se incorporará en el espacio 'Fem-ho Junts', que sirve para ofrecer los "mecanismos" para participar en la vida interna juntaire. "Es un espacio con la voluntad de ser un paraguas bajo el cual todas aquellas formaciones que lo quieran, podrán sincronizar sus acciones y objetivos", dice la ponencia organizativa del partido de Puigdemont. El convenio entre las dos formaciones también incluye la creación de una comisión mixta de seguimiento con tres representantes de cada partido, que se reunirá trimestralmente o de manera extraordinaria con el objetivo de velar por el "cumplimiento del convenio".
Mirada puesta en las elecciones municipales del 2027
Habrá que ver, por esto, cómo quedan las cosas en las elecciones municipales del 2027. Y es que hay municipios en los cuales hay grupos diferentes, como Sant Feliu de Guíxols. En este municipio del Baix Empordà, por una parte, está la candidatura de Junts encabezada por Antoni Carrión, que fue la segunda fuerza con cuatro concejales en las anteriores elecciones, y la de Moviment d'Esquerres, encabezada por Pere Albó. De hecho, otro ejemplo es como, en Girona, Movimient d'Esquerres apoya a Guanyem. Su regidora, Gemma Martínez, fue de número siete en los pasados comicios de la candidatura encabezada por el alcalde, Lluc Salellas. El tercer ejemplo está en Sant Cugat, donde Moviment d'Esquerres apoya a la candidatura de Esquerra Republicana. Esto podría arrastrar polvareda de cara al consejo nacional. Por eso, el acuerdo suscribe que las dos formaciones políticas ratifican los acuerdos electorales vigentes alcanzados con anterioridad en las diferentes contiendas electorales en que han colaborado. "No se podrán dar escenarios que impliquen un retroceso con respecto a estos acuerdos previamente establecidos", dice el convenio, que también subraya que "se estudiará un grupo de trabajo específico por analizar la colaboración de ambas formaciones a nivel municipal".
Con todo, las dos formaciones también se comprometen a colaborar de forma "conjunta, estable y sostenida en el tiempo", además de que los juntaires también fomentarán la participación activa de miembros de Moviment d'Esquerres en las ejecutivas territoriales del partido de Carles Puigdemont. Con respecto a los militantes afiliados a las dos formaciones, disfrutarán de los derechos conferidos por los estatutos de los respectivos partidos, tendrán que abonar las cuotas de militancia correspondientes y los cargos institucionales en el Parlament de Catalunya realizarán la mitad de la aportación acordada a cada una de las dos formaciones.
Firmante del Acuerdo del Vernet
Precisamente, Moviment d'Esquerres fue uno de los partidos que firmó el Acuerdo del Vernet para dar apoyo a la candidatura encabezada por Carles Puigdemont en las pasadas elecciones en el Parlament de Catalunya. Las ocho personas que firmaron el manifiesto son Jordi Turull (Junts), Toni Castellà (Demòcrates), Oriol Izquierdo (Acció per la República), Teresa Garcia (Moviment d'Esquerres), Enric Solé (Reagrupament), Pep Andreu (Estat Català), Dolors Borau (Alternativa Verda) y Agnès Serra (Joventut Republicana de Lleida). De hecho, la misma Teresa Garcia fue como número 9 a las pasadas elecciones por la demarcación de Girona, aunque no se convirtió en diputada porque Junts consiguió a siete representantes. En cambio, en la anterior legislatura, Pere Albó sí que se convirtió en diputado.
Movimiento de Esquerres fue fundada en el 2014 después de las discrepancias de varios dirigentes del PSC con el rumbo del partido sobre el procés. De hecho, en su reunión fundacional, había los exconsellers Antoni Castells, Montserrat Tura y Marina Geli, junto con el exalcalde de Lleida Àngel Ros y el actual secretario general de movilidad e infraestructuras Manel Nadal. También había hasta cinco de los seis concejales del PSC de Girona. Sin embargo, todos estos dirigentes fueron abandonando el partido, aunque Marina Geli es militante de base de Junts. En las elecciones municipales del 2015, Moviment d'Esquerres presentó 45 listas conjuntas con Esquerra Republicana, mientras que también formó parte de Junts pel Sí. En el año 2021 ya pasó a formar parte de la candidatura de Junts per Catalunya.