El abogado y político Julen Madariaga, cofundador de ETA y posteriormente miembro del movimiento pacifista Elkarri, ha muerto a la edad de 88 años. Nacido en Bilbao en 1932, Madariaga fue también miembro de Herri Batasuna y cofundador del partido Aralar.
Exiliado en Chile al fin de la Guerra Civil con su padre, militante del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Madariaga se doctoró en Derecho en la Universidad de Cambridge. De vuelta en el País Vasco, cofundó Ekin en 1952, que sería el embrión de la organización terrorista Euskadi ta Askatasuna (ETA), fundada en 1958 por el mismo Madariaga junto con Benito del Valle, Rafa Albisu y Txillardegi.
De la línea dura al pacifismo
Su trayectoria evolucionó con los años desde la defensa de la línea dura hasta la condena de la violencia y el pacifismo. Así, pasó de defender la violencia armada, incluso contra los propios exmiembros de la banda, como el asesinato de la arrepentida etarra Yoyes en 1986, a convertirse en un miembro destacado de Elkarri, uno de los movimientos que impulsó el proceso de paz que concluyó con la disolución de ETA. Entremedio fue uno de los defensores de la alternativa KAS, la Koordinadora Abertzale Socialista, amalgama de la lucha independentista que aglutinaba partidos políticos como Herri Batasuna con sindicatos como LAB y la misma ETA.
A causa de su actividad en ETA, Madariaga fue encausado en rebeldía en el proceso de Burgos de 1970, ya que en 1965 se exilió en Argelia, de donde fue expulsado a Chile en 1972. Después de conseguir la nacionalidad francesa en 1986, en 1988 fue detenido en el marco de la operación Sokoa bajo la acusación de financiar a ETA a través de empresas tapadera en Iparralde. En 1989 fue condenado a cuatro años de prisión por colaborar con ETA, pero salió al cabo de dos años y fijó su residencia en Bilbao, donde ejerció la abogacía en el mismo despacho que Txema Montero, abogado de Herri Batasuna. Poco después rompió de manera definitiva con la organización terrorista y defendió que ETA abandonara las armas.
Autobiografía en el 2014
El año 2014, Madariaga escribió su autobiografía, En honor en la verdad, donde, según indica El Correo, quiso reunir "antes de morir", sus memorias como militante histórico de ETA, pero también su disidencia y su alejamiento definitivo de la organización terrorista.