Marta Ferrusola Lladós (Barcelona, 1935) ha muerto este lunes a la edad de 89 años. Ferrusola, esposa del president de la Generalitat Jordi Pujol, con quien se casó el 4 en junio de 1956, y madre de los 7 hijos del matrimonio, ha muerto después de pasar sus últimos años de vida conviviendo con un Alzhéimer detectado en junio de 2019. En agosto de 2020, fue ingresada en el Hospital de la Vall d'Hebron en estado grave a raíz de una caída en las escaleras de su segunda residencia de Queralbs (Ripollès). Esto obligó a los médicos a hacerle una intervención que, a pesar de tener 85 años, fue exitosa. Ferrusola ha pasado sus últimos años de vida en un estado de salud que, poco a poco, ha ido empeorando. Su caída agravó su forma física y mental y la llevó a hacer una dura rehabilitación en un centro especializado de Pedralbes. Su enfermedad ha condicionado sus últimos años de vida y la de sus familiares, que han visto como, poco a poco, se iba apagando una de las mujeres catalanas con más poder e influencia de finales del siglo XX.

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El matrimonio Pujol-Ferrusola

Jordi Pujol y Marta Ferrusola se conocieron a raíz de sus raíces católicas. El expresident tenía 20 años y Ferrusola, 15. Los dos eran activistas católicos y, por eso, formaban parte de la Confraria de Montserrat Virtèlia, en el barrio de Sant Gervasi de Barcelona, donde se conocieron. Ferrusola iba a hacer una tarea pastoral y social en la Guineueta, ofreciendo ayuda, enseñando catecismo y construyendo la parroquia. La hermana del president, Maria Pujol, también pertenecía al equipo de chicas. "Con la excusa de ir a buscarla en coche para llevarla a casa, recogía a su compañera, en la que me había fijado", relata Pujol en las memorias escritas por el periodista Manuel Cuyàs. De hecho, narra como, de entrada, Ferrusola no fue muy receptiva con el president, ya que lo consideraba un "sabelotodo" y hablaba de cosas "demasiado trascendentales".

Jordi Pujol Marta Ferrusola boda
Jordi Pujol y Marta Ferrusola el día de su boda

Ferrusola ha explicado en más de una ocasión que de soltera se había hecho el propósito de no casarse con un hombre que se llamara Jordi, que fuera médico y que fuera bajito. Por eso, durante su etapa universitaria, iba a las fiestas que se organizaban en la facultad de Ingeniería y Arquitectura. Sin embargo, Ferrusola, finalmente, se fijó en Pujol, quien pidió la mano de su pareja en el Túria, una granja de la rambla de Catalunya que ya no existe. Un elemento que destaca el matrimonio es que allí mismo el expresident le dejó claro a Ferrusola que su prioridad sería Catalunya, por encima de todas las cosas. La pareja se casó un 4 de junio de 1956 en una ceremonia oficiada por el abad de Montserrat, Aureli M. Escarré, para después hacer la luna de miel en el norte de Italia, Austria, Múnich y Suiza. Los Ferrusola, entonces, eran una familia catalanista y montañesa. El padre de Marta Ferrusola, Josep Ferrusola, fue dependiente en la tienda Paños Ramos de la calle Pelai de Barcelona y, años más tarde, abrió su propio negocio. Ella estudió en una escuela de monjas, en la Immaculada Concepció.

Siete hijos y viajes a la prisión

El matrimonio vivió desde su boda en un piso de la ronda del General Mitre de Barcelona, que les regaló el padre de Jordi Pujol, Florenci, por su compromiso nupcial. El piso lo fueron ampliando. En aquella época, Jordi Pujol, a pesar de haber estudiado Medicina, se había introducido en el negocio de la banca con su padre, su cuñado, Francesc Cabana, Jaume Carner y otros accionistas. En 1959 compraron la Banca Dorca de Olot, se trasladaron a Barcelona y pasó a llamarse Banca Catalana. Pujol acabó siendo consejero delegado y vicepresidente ejecutivo, aunque cuando pasó a la política se desvinculó de la entidad. Tanto Ferrusola como Pujol tenían claro que querían tener hijos y fueron 7: Jordi (1958), Marta (1959), Josep (1963), Pere (1965), Oriol (1966), Mireia (1969) y Oleguer (1972). Cuando un joven Jordi Pujol, que combinaba su activismo catalanista con la banca, fue encarcelado en 1960 por los hechos de Palau y el asunto Galinsoga, Ferrusola no dejaría de acudir a ningún compromiso, ya fueran reuniones, comidas, cenas... Además, iba a visitar cada semana a su marido en la prisión de Torrero (Zaragoza) y mecanografiaba, con guantes, panfletos contra la dictadura franquista para no dejar huellas. Se levantaba de madrugada y hacía 130 kilómetros que separan Queralbs, donde vivía entonces con sus dos hijos, de Barcelona en un todoterreno. A las 6 de la madrugada estaba en la capital catalana para salir hacia Torrero con el padre de Jordi Pujol y volvían el mismo día de noche. Ferrusola, mientras Pujol estaba en la prisión, era quien hablaba en nombre de su marido y trasladaba los mensajes del entonces preso político.

Marta Ferrusola, primera dama

Ya con la restauración de la democracia, la mujer de Pujol también mantuvo un activo papel en la política catalana con Pujol como president de la Generalitat a partir de 1980 y hasta el 2003. Tenía incidencia directa en algunas decisiones del president, actuando como una primera dama. Participaba en las comidas, cenas y contactos institucionales, sea con el rey Juan Carlos o el emperador de Japón Akhito. También fue una militante activa de Convergència, el partido fundado por Pujol en Montserrat en 1974, afiliándose un año y medio después de su creación. De hecho, fue clave en el nombramiento de Lluís Prenafeta como secretario general de Presidencia. El año 1978 Prenafeta y Ferrusola compartían dirección de CDC en el distrito Sarrià-Sant Gervasi de Barcelona, en la sede de la calle Bertran i Serra. El exsecretario de Presidencia era el presidente y hacía dos años que estaba afiliado. Como Ferrusola estaba impresionada con su trabajo, lo presentó a Pujol y, años más tarde, acabó convirtiéndose en la mano derecha del president en el Palau.

familia colina Ferrusola
La familia Pujol-Ferrusola. Arriba, de izquierda a derecha: Oriol Pujol, Marta Pujol, Josep Pujol, Jordi Pujol Jr. y Pere Pujol; abajo, de izquierda a derecha: Mireia Pujol, Marta Ferrusola, Oleguer Pujol y Jordi Pujol i Soley.

Junto con Prenafeta, Ferrusola fue quien organizó las protestas contra la persecución de la justicia española al ya president Pujol por el caso de Banca Catalana. El president había vuelto a ganar las elecciones al Parlament de Catalunya, aquella vez, en 1984, con mayoría absoluta, y, ante la querella criminal de la fiscalía general del Estado contra Pujol, Ferrusola, junto con Prenafeta, organizó una concentración de unas 300.000 personas en las calles de Barcelona. La mujer del expresident de la Generalitat también tuvo incidencia directa dentro del partido fundado por Jordi Pujol. Dirigió la sectorial de Deportes de Convergència, hecho que más tarde le permitió dirigir la fundación DiR entre los años 2010 y 2015. También se le atribuye, junto con el primogénito de la familia, la operación contra el roquismo en el año 1992 para apartar el entorno del entonces secretario general de Convergència y hombre de Pujol en Madrid, Miquel Roca, del aparato del partido y de sus finanzas. Desde entonces, Ferrusola y Pujol Jr. pasaron a tener mayor incidencia en las decisiones del partido. También se le atribuye un papel relevante en la elección de Artur Mas como sucesor de Pujol, con el beneplácito del primogénito.

Marta Ferrusola, empresaria polémica

Marta Ferrusola también tuvo un papel destacado como empresaria. El año 1990 fundó la empresa de jardinería Hidroplant, hecho mediáticamente polémico, ya que suministró durante años varios contratos con la Generalitat presidida por su marido. Uno de los polémicos contratos fue la plantación del césped del Camp Nou el año 1995, porque, además de ser muy costoso, resultó ser defectuoso. Uno de los grandes contratos de la empresa fue con el Port de Barcelona, con quien tuvo hasta 3 contratos, uno de ellos de 20 millones de euros, y ninguno pasó por concurso público.

Caso Pujol

A partir del 2014, Marta Ferrusola, como el resto de miembros de la familia, fue implicada en el llamado caso Pujol. El caso arranca de la confesión de Pujol en 2014 en que reveló haber tenido dinero en el extranjero sin declarar a la Hacienda española durante décadas provenientes de una donación de su padre, Florenci. La revelación supuso un estruendo en Catalunya y el Estado que, como trascendería después, aprovechó el gobierno del Partido Popular en el marco de la operación Catalunya para perseguir política y judicialmente líderes y personalidades vinculadas al procés independentista a partir del 2012.

ElNacional.cat ha publicado documentos que certificaban que los titulares de la Banca Privada de Andorra, los hermanos Higini y Ramon Cierco, así como el ex CEO de la BPA, Joan Pau Miquel, recibieron presiones de la denominada policía patriótica del ministerio del Interior del PP para que les aportaran de forma ilegal datos bancarios de la familia Pujol Ferrusola. A pesar de todo, Marta Ferrusola quedó imputada en el caso Pujol, caso que todavía no ha sido juzgado. Presuntamente, Ferrusola usaba el sobrenombre de la "madre superiora" para mover dinero en paraísos fiscales, lo cual hasta ahora no ha quedado demostrado. Los Pujol siempre lo han atribuido a un montaje de la policía española para perseguirlos y desacreditarlos.

Marta Ferrusola parlamento EFE
Marta Ferrusola, declarando en el Parlament después de la confesión de Pujol en 2014 / EFE

Con todo, en julio del 2020 el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata consideró que la fase de instrucción podía darse por acabada y que había indicios para juzgar a toda la familia Pujol por delitos de pertenencia a una organización criminal o asociación ilícita, blanqueo de capitales, fraude a Hacienda y falsedad documental. En el auto, aseguraba que la familia se había aprovechado de su posición privilegiada para "acumular un patrimonio desmesurado". A pesar de esta situación, cuatro años después, todavía no hay fecha para el juicio. Además, el juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, archivó la causa contra Ferrusola en el caso Pujol por "demencia", después del empeoramiento del Alzhéimer que ha sufrido sus últimos años de vida. Pujol, por su parte, continuó defendiendo que el único dinero en el extranjero de la familia fue el de Andorra, que fueron amnistiados fiscalmente en 2012, y que provenían de un legado de su padre.

Declaraciones polémicas

Marta Ferrusola en más de una ocasión ha protagonizado polémicas públicas y políticas a raíz de sus declaraciones sobre varios temas. El año 1984, aseguró en TV3 que la homosexualidad le parecía un "defecto, una tara, un vicio o todo a la vez". En otra ocasión, también dijo que consideraba a los inmigrantes castellanohablantes y los de origen musulmán una "amenaza" y que esta última inmigración podría provocar que "no sirvan las iglesias, pero sí las mezquitas". Con el pacto del Tinell, que llevó por primera vez a un tripartito de izquierdas al Govern de la Generalitat presidido por Pasqual Maragall y que ponía fin a 23 años de gobiernos monocolor de Convergència, aseguró que era como "cuando entras en casa y te han reventado los armarios". "Nos han robado", exclamó. Al mismo tiempo, el año 2008, con el segundo tripartito, también subrayó que estaba molesta porque el entonces president de la Generalitat, José Montilla, fuera "un andaluz con un nombre castellano".