Ricard Lobo, exmonje de Montserrat y figura destacada en la recuperación de la Generalitat después de la dictadura, murió a 88 años este viernes, según ha adelantado el diario Ara. Fue uno de los fundadores de la Asamblea de Catalunya en 1971, desde donde participó activamente en la oposición franquista hasta al fin de la dictadura. Apoyó a la presidencia de Josep Tarradellas en el exilio y al recuperarse la Generalitat, este lo nombró director del Diario Oficial de la Generalitat de Catalunya (DOGC), convirtiéndose así en el primero en asumir este cargo en democracia. A lo largo de los siguientes 28 años se encargó de modernizar las publicaciones y hacer difusión de los fondos bibliográficos de la Generalitat por todo el país. El velatorio tendrá lugar el próximo martes 7 de enero por la mañana en el tanatorio de Sant Gervasi.
Nacido en 1936 en Barcelona, Lobo primero estudió Teología en Roma y después se licenció en Filosofía y Letras en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y en Derecho en la Universidad de Barcelona. Ingresó como eclesiástico benedictino en Montserrat de joven, y se convirtió en uno de los secretarios personales del abad Aureli Maria Escarré, junto con Aureli Argemí. Es desde este universo cristiano que hizo el camino a la política. A lo largo de la década de los años 70 se involucró a las Comunidades Cristianas de Base de Barcelona, y a través de estas comunidades acabó siendo uno de los fundadores de la Asamblea de Catalunya en noviembre de 1971. Junto con figuras como Josep Dalmau y Lluís M. Xirinacs, estaba adscrito en el Grupo de No Alineados, y como miembro de secretariado de este grupo participó en los órganos de la Asamblea de Catalunya.
En octubre de 1973 fue uno de los detenidos por las fuerzas franquistas en el episodio conocido como "la caída de los 113". Los representantes nacionales y comarcales se habían reunido en la iglesia de Santa Maria Mitjancera de Barcelona con motivo de la cuarta asamblea de la Comisión Permanente de la asociación, que coincidía con el segundo aniversario, y fueron detenidos por la Guardia Civil. Lobo, sin embargo, fue liberado por su condición de eclesiástico junto con Xirinacs. En 1974 colgó el hábitos, año en que también se acercó al presidente en el exilio Josep Tarradellas, que tres años más tarde le reconoció el apoyo y lo nombró miembro del Organismo Consultivo de la Presidencia de la Generalitat. Una vez restaurada la institución del Govern de Catalunya, el año 1978, Tarradellas lo nombró director del DOGC y también de la Entidad Autónoma del Diario Oficial y de Publicaciones (EADOP). El presidente Jordi Pujol lo ratificó en 1989 y se mantuvo en el cargo hasta el año 2006.