La manifestación de Colón ha tenido su respuesta. La amenaza a las conquistas del feminismo está más presente que nunca. Es por ello que decenas de miles de mujeres –y también hombres– han salido este 8-M, en el marco de la huelga feminista internacional, en las calles de Madrid y de las principales ciudades de todo el Estado español para plantar cara a la involución. El gobierno de Pedro Sánchez se ha volcado con la convocatoria, mientras el PP y Vox se han desentendido y Ciutadans ha hecho los equilibrios que practica desde las elecciones andaluzas.

Más de 350.000 personas han asistido esta tarde a la manifestación de la capital española, según datos de la Policía Nacional. El año pasado el mismo equipo de la Policía Nacional cifró la asistencia en 170.000 personas,

El lema de este año es "1.000 motivos". Con respecto a la manifestación de la capital española, la marcha ha arrancado a las siete de la tarde de la estación de Atocha y llegará alrededor de las nueve de la noche a la plaza de España. Carteles y cánticos han ido especialmente dirigidos hacia las derechas.

Hasta 13 ministros se han unido a las manifestaciones feministas de este viernes. No ha asistido el presidente Pedro Sánchez, pero sí la vicepresidenta Carmen Calvo, la portavoz Isabel Celáa y prácticamente todas las mujeres del ejecutivo. También lo han hecho el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y el de Agricultura, Luis Planas. La única actividad institucional de la agenda de los ministros ha sido la reunión del Consejo de Ministros. Nada más.

Las dos grandes ausencias han sido la de Vox y la del PP. Los primeros, por motivos más que evidentes. Los segundos, aunque anunciaron su presencia con tres vicesecretarias, finalmente han hecho marcha atrás. El motivo es que consideran que el manifiesto de los organizadores está "politizado" y busca "la división y enfrentamiento entre hombres y mujeres".

Por su parte, Ciudadanos ha tenido que hacer equilibrios. Aunque también han criticado el manifiesto, y han publicado un vídeo reivindicando que "nunca más volverán a hablar en el nombre" de las mujeres, han hecho acto de presencia. Han asistido sus principales dirigentes, como Inés Arrimadas o Begoña Villacís.

¿De qué hablaba el manifiesto de los organizadores? De que hay que combatir la violencia machista, que la justicia tiene que aplicar "de forma efectiva" las leyes contra la violencia machista, que "las mujeres somos propietarias de nuestros cuerpos", que se tiene que educar contra "estereotipos sexistas, racistas y LFTBIfóbicos" o que "el aborto esté fuera del Código Penal", entre otras demandas.