El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, señalaba este lunes que la responsabilidad de la huida del president en el exilio Carles Puigdemont recae en la Generalitat y que "no se puede imputar al Gobierno". Hasta aquí, ningún problema para los tribunales, pero lo que ha alterado al Tribunal Supremo y al Tribunal Constitucional (y también a El Mundo), son otras palabras pronunciadas por el ministro. Con respecto a la ley de amnistía y el hecho de que Puigdemont no se haya beneficiado completamente al negarse el Tribunal Supremo a perdonar el delito de malversación, Puente defendía que el Gobierno "ha hecho lo que podía y lo que debía", y ahora es el turno que los jueces hagan "lo que corresponde, que es interpretar las leyes de acuerdo, sobre todo en su tenor literal". "Nosotros lo que hicimos es promulgar una ley que tiene un tenor literal muy claro y lo que no pueden hacer los tribunales es extralimitarse a la hora de interpretarla, diciendo, por ejemplo, que ha habido malversación porque los independentistas se ahorraron de su peculio el dinero que les hubiera costado la campaña de la independencia o el referéndum ilegal", lamentó. Esta interpretación "no hay por dónde cogerla", y por eso, aseguró que espera que el TC se pronuncie. Y ya lo ha hecho, y tanto que lo ha hecho. Según recoge el citado diario, la respuesta del Supremo es que no hay ningún exceso y sí una redacción deficiente de la ley que impide, en contra de lo que pretendían los responsables, borrar el delito de malversación. "No hay extralimitación, sino una mala redacción de la ley, como pasó con la ley del sí es sí", afirman fuentes del alto tribunal. De manera similar, se ha expresado el TC, que lamenta estas declaraciones concretas de Puente y, en general, la "falta de prudencia" de algunos dirigentes políticos. Ah, por cierto, como no podía ser de otra manera, el PP también ha metido cucharada en esta polémica.
Por su parte, el ABC ya sufre por la intención de Illa de relanzar la acción exterior catalana. Según asegura el diario, "Illa completará la formación de un cuerpo diplomático propio para Catalunya" y lo hará gracias a su flamante conseller de Unió Europea i Acció Exterior, Jaume Duch. Para explicar esta noticia, el diario recupera unas declaraciones de Duch del año 2013 cuando, sobre los posibles riesgos internacionales que se podrían derivar del procés, dijo: "No es lo mismo salir de Europa por el balcón que por la puerta". Ahora, más de una década después, Duch es conseller y tiene la responsabilidad de "recuperar el prestigio y el reconocimiento de la Generalitat en el exterior", explica el diario. El ABC no sorprende, deja por el suelo la gestión de la hasta ahora consellera de Acció Exterior, Meritxell Serret, diciendo que "después de doce años en que el independentismo convirtió los foreign affairs catalanes en una carpeta tóxica en Bruselas, la pretensión de la nueva conselleria de Duch es precisamente revertir una situación". Añade que la primera misión de Duch será sin duda organizar un viaje de Illa a Bruselas para reunirse con la presidenta de la comisión, Ursula von der Leyen, y "oficializar el retorno de Catalunya a Europa".
Finalmente, vistazo a la portada de El País (aunque solo hay que sacar la cabeza por la ventana para entender el desastre del cual habla el diario). "El calor causó 47.000 muertos en Europa el año pasado", alerta el titular. El 2023 fue el año más cálido registrado a nivel mundial y el segundo con más mortalidad por calor de la última década, según un estudio liderado por el Institut de Salut Global de Barcelona (ISGlobal). Los investigadores advierten que la vulnerabilidad en el calor de los europeos ha disminuido progresivamente y calculan que, sin los procesos de adaptación de este siglo, la carga de mortalidad durante el año pasado habría sido un 80% mayor. ¿Qué dicen el resto de portadas de este martes?