En el debate sobre cómo reducir el precio de la luz, el gobierno de Mariano Rajoy se niega a auditar el sector eléctrico, pero deja la puerta abierta a un Pacto Nacional sobre energía, cómo exige la oposición. El ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal ha comparecido este jueves en comisión en el Congreso, donde ha defendido las medidas del ejecutivo para reducir el coste (1); ha recordado la ley de pobreza energética para proteger a las familias vulnerables (2); y ha reversionado el "hay que esperar a que llueva" del presidente Mariano Rajoy, pero con cierta sofisticación (3).
El ejecutivo congelará hasta el 2020 el coste fijo de la factura –los peajes de acceso– que representan en torno al 60% del importe. "Es la única parte por la que el Gobierno puede hacer política" ha asegurado Nadal. El 35-40% restante es difícil de controlar, porque depende de la fluctuación de la energía. La idea es implantar un creador en el mercado del gas, que haga aumentar la oferta y caer el precio. Además, se activarán los trámites para que se obligue a los operadores dominantes –Gas Natural Fenosa y Endesa– a presentar ofertas en esta plataforma.
Motivos de la subida
El principal argumento del ministro para defender el modelo de Rajoy es que la coyuntura internacional ha generado una suerte de "atormenta perfecta", que ha derivado en una tendencia alcista de precios. En el plano exterior, el primer motivo es el encarecimiento del petróleo en un 112%, que se ha tenido que reemplazar con carbón y con gas, motivo por el cual se ha incrementado el coste de los dos últimos. El segundo elemento es la interrupción del parque nuclear francés, que suministra el 15% de la energía en España, llevando al Estado a tener que hacerle de proveedor –por acuerdo europeo. El tercero es la ola de frío, que ha hecho subir la demanda mundial. El cuarto, el hecho de que los países del sur de Europa tienen mayor dificultad para proveerse de un gas –caro y escaso– porque les llega de Argelia. A eso se suma que en España no ha hecho viento y las presas hidráulicas se han quedado por debajo del 50%.
Las esperanzas del Gobierno son que el 35-40% del precio relativo a esa "tormenta" empezarían a remitir en los próximos días. "Ya ha bajado en 16 euros el kWh en dos días y lo seguirá haciendo, pero no volveremos a los niveles de 2016 porque el precio del petróleo no es el mismo" remachó el ministro. Incluso, confía en que la situación de la central nuclear francesa afectada mejore pronto. Si bien, ha recordado que España tiene una deuda de Gobiernos anteriores, que le ataría de manos para bajar más los precios.
Nadal se ha defendido que esta no es la subida más elevada que ha sufrido España a lo largo de su historia. Así y todo, ha informado de que el diciembre pasado había pedido un informe a la Comisión Nacional del Mercados y Competencia (CNMC). Esto ocurre en un momento en que la Fiscalía anunció la semana anterior una investigación para saber si las empresas habían aprovechado la coyuntura para subir los precios.
Un cambio de modelo
El ministro ha dedicado parte de la comisión a criticar la proposición de ley presentada este miércoles por PSOE, Unidos Podemos, ERC y PDeCAT sobre fomentar el autoconsumo y retirar el impuesto al sol. El argumento de Nadal para oponerse es mantener la solidaridad interterritorial, y dice que sólo se podrá hacer si los autoconsumidores continúan pagando los costes del sistema. Sobre la proposición, ha defendido que la CNMC no podía ser el único regulador del precio del sector, porque sería una medida "radical".
Nadal se abre a hablar sobre ese Pacto Nacional que exigen los grupos. Para ellos, si tan mal está el sector, hay que repensar el modelo energético. Ahora bien, el ministro descarta que sea posible depender sólo de energías renovables, ya que las térmicas son las únicas que la ofrecen inmediata cuando es necesario, así como las nucleares -menores en el Estado-. Las menos contaminantes, en cambio, son más estacionales y el ejecutivo no se abrirá a acuerdos que continúen encareciendo el precio de la energía.