Aviso serio de Míriam Nogueras al PSOE por los obstáculos que está encontrando el catalán para ser oficial en la UE. Después que durante la presidencia de turno española el semestre pasado no se haya aprovechado para incluir la lengua catalana en el catálogo de lenguas oficiales de la Unión, la líder de Junts en Madrid ha advertido que "hay un acuerdo con el partido socialista y el acuerdo es muy claro. Si ellos cumplen su parte, nosotros cumpliremos la nuestra". Pero en caso de que eso no sea así, Nogueras recuerda: "Si ellos no cumplen, nosotros tampoco y los siete votos de Junts dejarán de estar a disposición.".
Estas declaraciones de Nogueras forman parte del '30 Minuts' que emite este domingo 3cat titulado El catalán en Europa: ¿misión imposible? , una producción de la televisión pública con la colaboración de FrameCreativeMedia, la productora audiovisual y creativa del conglomerado empresarial que edita ElNacional.cat, el Grupo Les Notícies de Catalunya. La oficialidad del catalán en Europa es una de las condiciones que Junts puso a Pedro Sánchez para investirlo presidente.
De hecho, como paso previo, la formación de Carles Puigdemont exigió que el Gobierno entrara a registro de la UE la inclusión de esta cuestión en la agenda comunitaria a cambio de votar Francina Armengol como presidenta del Congreso.
Turno de Bélgica, responsabilidad de España
En el mismo reportaje aparecen representadas voces de diferentes sensibilidades, entre ellas Meritxell Serret, consellera de Acción Exterior y UE de la Generalitat. Ante el nuevo semestre que se abre ahora con la presidencia de turno belga, Serrat cree que "puede contribuir a que vayan haciendo los trabajos, pero quien más debe hacer y quien más puede hacer es España". Mucho menos optimista es el ex eurodiputado Ignasi Guardans, que había sido parlamentario en Estrasburgo por CiU. Guardans diluye la posibilidad de conseguir esta oficialidad incluso durante este semestre belga, que finaliza el 30 de junio: “La gente cree que poniendo dinero y haciendo una votación en una sala, el catalán entra en la Unión Europea y esto no es así, porque esto es cambiar la pieza de un reloj”. En un término medio se posiciona el eurodiputado del PSC y uno de los responsables del PSOE en Europa, Javi López: no descarta la oficialidad pero tampoco la voz inmediata: “Estamos ante una gran operación y las grandes operaciones en Bruselas no se hacen corriendo en dos semanas”. Además de Serret, Nogueras, Guardans y López, varios políticos del arco parlamentario como Nacho Martín Blanco, Jordi Cañas o Diana Riba también se posicionan sobre el asunto.
"Son 10 millones y no pueden hacer nada"
Desde el punto de vista sociolingüístico, los expertos que aparecen en el programa no ponen ninguna duda sobre la idoneidad de que el catalán sea oficial en Europa. Así lo cree el secretario general de ELEN, que es la plataforma por la igualdad de las lenguas europeas. Davyth Hicks recuerda que “y hay 10 millones de hablantes de catalán y te das cuenta de que no pueden hacer nada”, es decir, “no pueden utilizar su lengua, no pueden hablarla en el Parlamento y tampoco en la Comisión. Es ridículo”. En paralelo, entidades como Plataforma por la Lengua o Òmnium han puesto en marcha varias campañas para sensibilizar a la opinión pública europea al respecto, pero nuevamente ponen el foco en la responsabilidad del gobierno español. En nombre de la Plataforma por la Lengua, Pol Cruz-Corominas, ha participado en alguna de estas iniciativas así como en algunas reuniones de trabajo y concluye: "Si no depende de los votos de los catalanes, evidentemente España no lo hace". De momento, la cuestión no se abordará en la próxima cumbre de ministros de asuntos europeos que tendrá lugar el 29 de enero. Para saber cuándo vuelve al orden del día habrá que esperar a finales de febrero. Este viernes, de hecho, hubo una de cal y otra de arena. Por un lado, Lituania expresó sus reticencias a aceptar el catalán porque esto abriría la puerta a aceptar decenas más, si bien el catalán es, por número de hablantes, la novena lengua de la UE por encima del griego o del polaco. Ahora bien, al cabo de unas horas, Bélgica salió al paso y aclaró que no ha puesto la cuestión en el cajón y que seguirá abordándose a lo largo de los seis meses en los que es responsable de tratar los asuntos europeos.