Corinna Larssen no pierde oportunidad de cargar contra Juan Carlos I, con quien durante años tuvieron mucho más que una amistad. La última confesión de Corinna es que conserva ocho cajas con documentos secretos del Estado, cartas de amor y fotografías personales, acumuladas durante todos los años que fue amante del rey emérito. Así lo ha revelado Corinna en la nueva serie-documental Juan Carlos: la caída del rey, que se estrena el próximo lunes en la plataforma SkyShowtime y está formada por 4 capítulos y cada semana se estrena uno nuevo. El món a RAC1 ha tenido acceso a los dos primeros capítulos y ha revelado alguna de las confesiones más jugosas que se explican sobre Juan Carlos. La que apunta las revelaciones más explosivas es Corinna, que aparece con el compromiso de revelar toda la verdad después de que su relación con el emérito fracasara. "Una prueba del fracaso es que yo estoy hoy aquí revelando información que se hubiera mantenido secreta para siempre", asegura.

El incidente en Botsuana, el declive de Juan Carlos I

La nueva serie-documental sobre Juan Carlos I está producida por un equipo de periodistas alemanes. Aparte de Larssen, también aparece el excomisario José Manuel Villarejo, que señala los movimientos del CNI para silenciarla, e incluso, el primer marido de Corinna, Philip Adkins, que según se apunta actualmente tiene una relación muy estrecha con el emérito, con el fin de demostrar esta relación Adkins llama a Juan Carlos durante la grabación del episodio "majestad estás por aquí", le pregunta a la vez que le explica que no se creen que son amigos "¿Quién no se lo cree?, si somos mejores amigos", responde Juan Carlos. Esta amistad hace años que se mantiene, y en concreto, Adkins también estaba en la famosa cacería en Botsuana de Juan Carlos I, en 2012, que supuso el inicio de su declive como monarca español. Recordamos que el rey se cayó durante la cacería, se rompió la cadera, y tuvo que volver de urgencia para ser operado en España. Después de la operación pronunció una frase, que ya ha quedado en la memoria de todo el mundo, el famoso "lo siento mucho, me he equivocado y no volverá a pasar".

La operación de urgencia obligó a la casa real a explicar lo que había pasado y la prensa descubrió la existencia de Corinna Larssen. Según explica, ella misma hizo todo lo que pudo para ayudar a su amante, pero una vez llegaron a Madrid, empezaron los problemas. "Hicimos todo lo que pudimos para traer al rey vivo hacia España y con bastante buena forma para que lo pudieran operar. Pero él se dio cuenta de que no tendría ayuda, que no vendría ningún avión del Gobierno, que su familia no había organizado un avión para irlo a buscar... yo encontré la manera. Fuimos a Madrid, dejé casi todo el equipaje en el avión, y cuando me lo enviaron después alguien había tirado ácido en mis bolsas", explica Corinna en la serie-documental. Villarejo reafirma la versión de Larssen y apunta a la reina Sofía. "Cuando alguien entiende que los errores sexuales del rey pueden ser un problema de Estado, se busca la fórmula para que desaparezcan. Reconstruyendo lo que investigué aquel día, el primer error empieza cuando la reina dice al CNI que echen Corinna si querían que ella fuera al hospital a ver al rey".

La falsa fotografía de la cacería de Botsuana

Corinna explica que después del accidente en Botsuana, La Zarzuela tomó una decisión drástica, y no solo se la sacó de encima a ella, sino también al emérito. Relaciona así la filtración de la famosa foto del rey que dio la vuelta al mundo donde se le veía sonreír delante de un elefante muerto y que destrozó su reputación. La sorpresa viene cuando Corinna revela que esta imagen no corresponde con el viaje a Botsuana, sino de un safari anterior, es por esta razón que considera que salió a la luz para acabar de rematar a Juan Carlos. "Cuando sacan la noticia en el 2012, estas fotografías eran de otro safari. No había periodistas en este viaje. Tenían que venir de dentro porque nadie tenía acceso a esta información", relata.

El rey emérito pidió la mano de Corinna a su padre

El capítulo de la cacería fue lo que llevó a la ruptura entre Corinna y Juan Carlos —una relación que empezó en 2004— y de la cual Corinna estaba muy convencida, ya que, afirma que estaba muy enamorada. Tanto así, que Juan Carlos viajó hasta Berlín para conocer al padre de Corinna i pedirle su mano. "Si al principio era un poco reticente y cautelosa, al cabo de un tiempo eso desapareció porque era muy claro que teníamos una relación seria. Yo también estaba muy enamorada de él. Eso nuestro era una relación muy profunda y verdadera. El rey viajó para ver a mi padre a solas para asegurarle que iba muy en serio conmigo. Me lo propuso con un anillo de compromiso precioso".

Según se explica, Corinna vivía en un pabellón de caza cerca de La Zarzuela que el rey había puesto en orden para que ella se pudiera instalar, y la iba a ver cada día, pero a partir del accidente durante la cacería del rey, la relación se acaba de manera repentina y, por lo tanto, ella huye hacia Mónaco, pero con todos los documentos que había acumulado durante su relación.

Juan Carlos I con Corinna y su hijo una Navidad / BBC

8 cajas con documentos oficiales

Durante el primer capítulo, Corinna abre una de las 8 cajas y explica que son documentos oficiales, donde se incluyen un gran número de relaciones políticas e internacionales de España. "Tenéis que saber que el rey me acostumbraba a escribir de forma diaria, así que hay centenares de cartas personales, notas, mensajes que llegaban con flores... En las cajas hay un número de documentos relacionados con temas políticos o de relaciones internacionales confidenciales en España. Si cogiéramos el contenido de estas ocho cajas, seguramente podría documentar cada día o semana desde el principio de esta relación", detalla Corinna.

Corinna relata que el CNI era conocedor que ella tenía toda esta información, y por eso, envió agentes a su casa de Mónaco, alegando que la estaban protegiendo de la prensa. En aquel momento, le pidieron que recopilara toda la información que tenía guardaba y la entregara en España. "Se me explicó que tenía que juntar documentos personales, cartas, fotos... por descontado, hice caso. Eso me lo pidió el rey, pero también el general Sanz Roldán, como una operación para protegerme de los paparazzis en Mónaco. Pero en Mónaco no se permite la entrada de paparazzis dentro de edificios. Mi edificio tenía un nivel de seguridad muy alto y estaba al lado de la comisaría de policía. El rey me dijo que esta misión se estaba llevando a cabo con el permiso del príncipe Alberto", explica Corinna.

La huida de Corinna hacia Londres

Durante la emisión de la serie-documental, Corinna es una máquina de destapar secretos sobre su relación con el emérito. Siguiendo con su relato, asegura que temía por su vida, y por eso aceptó las órdenes de los agentes del CNI y recopiló la información, las guardó en 8 cajas, y fue hasta el aeropuerto de Niza, acompañada de los agentes donde les esperaba un avión privado hasta Madrid.

Según explica Larssen, consiguió vacilar a los agentes y escapó con los papeles en Londres. El vuelo estaba reservado a su nombre, y ordenó a los auxiliares de vuelo que subieran las cajas. Mientras tanto, pidió su pasaporte a los espías afirmando que tenía que incluirlos en la lista de pasajeros, pero huyó y cogió el avión sola. Una vez llegó en la capital inglesa lo estaba esperando su equipo de seguridad, que la acompañó hasta una cámara acorazada. Ante el error flagrante, el director del CNI, Félix Sanz-Roldán, viajó hasta Londres para amenazar Corinna y recuperar los documentos, ella se negó en rotundo. Corinna advierte que más de una década después, los secretos de Juan Carlos I siguen bajo su poder a la cámara acorazada de Londres.