Más de un año después de su inicio (y con un gran porrazo en las elecciones catalanas de por medio) la CUP acaba su proceso de refundación, el procés de Garbí. Tras la Asamblea Nacional en Sabadell, donde se aprobó su ponencia estratégica, este jueves, los portavoces del Grupo Motor, Non Casadevall y Maria Gordillo, han explicado sus conclusiones en una conferencia política de cierre, ante la militancia y entidades invitadas, entre las cuales Òmnium, ACN o la Intersindical.
Secretaría general, coordinador y portavoces
Ahora, el siguiente paso, es la votación para el Secretariado Nacional, cuya duración, en lugar de dos años, será de cuatro. Las candidaturas colectivas (con un mínimo de 9 y un máximo de 15 personas y con como mucho un 60% de hombres) se presentarán a la militancia a partir del próximo lunes, día 30 de septiembre, y la votación interna telemática tendrá lugar entre el 6 y el 8 de octubre, cuando se sepan los resultados. Aparte de tener una duración más larga, hay otra novedad importante en el Secretariado Nacional: tendrá la figura de secretario general y de coordinador general. Este es un gran cambio, a pesar de que Gordillo y Casadevall, han negado que eso los convierta en un partido clásico: "Será el responsable político y un líder referente externamente", han matizado.
Aparte de secretario general, también se incorpora la figura de un coordinador y tendrán dos portavoces nacionales, uno de los cuales coincidirá con la de secretario o coordinador. El objetivo es que haya más caras conocidas que los diputados del Parlament y "desvincular aquello que hace la CUP en las instituciones con aquello que piensa a la CUP". Por otra parte, la Mesa Nacional, que será la dirección política de la organización y tendrá "mandatos más largos y estables". Para el partido, estos cambios en la estructura organizativa tiene como uno de los principales objetivos mejorar la eficiencia política de la organización, pero también la cohesión interna.
Máximas cuotas de poder
Por otra parte, han dejado claro que la CUP tiene que aspirar a tomar las "máximas cuotas de poder posible". ¿"Eso quiere decir entrar en el Govern? Sí", ha apuntado Gordillo, una idea que durante muchos años ha provocado tensiones entre la formación ante las posiciones radicalmente diferentes que se aglutinan en la CUP. "Está la voluntad de aspirar a las máximas cuotas de poder, tenemos unos objetivos y les trabajamos aquello donde estamos", ha añadido la portavoz, asegurando que para la CUP, "el poder es una cosa mucho más amplía" que formar parte de un Ejecutivo.