El malestar de la comunidad educativa con el conseller Josep Gonzàlez-Cambray no cesa. Decenas de personas se han concentrado este lunes en las puertas de la Universidad de Barcelona para protestar contra sus políticas, aprovechando su presencia por un acto donde tiene que intervenir. Los manifestantes han entrado en la sala donde se celebraba el acto con pancartas, silbatos y cazuelas pidiendo la dimisión del conseller. Así, en la puerta se han vivido momentos de tensión entre los coordinadores de la charla y aquellas personas que querían entrar. Finalmente, se ha tenido que cancelar el acto celebrado por el departamento de Educación. "Cualquier manifestación se tiene que hacer sin sabotajes ni intimidaciones. Esto es una falta de respeto", ha declarado Cambray.
Cambray presenta esta tarde el documento 'Nuevos aprendizajes, nuevos espacios,' que establece las bases para unos nuevos criterios de transformación de los centros que den respuesta a los nuevos aprendizajes. En la presentación también ha participado la decana del Colegio de Arquitectos de Catalunya (COAC), Asunción Puig; la presidenta de la Fundación Jaume Bofill, Isabel Vilaseca; la secretaria general de Educación, Patrícia Gomà, y la secretaria de Transformación Educativa, Núria Mora.
Todo llega después de un mes relativamente tranquilo entre la comunidad educativa, pero después de semanas de protesta. El mes caliente fue el de marzo, donde se convocaron varias jornadas de huelga y después el conseller aceptó reunirse con los sindicatos, pero con reuniones que no consiguieron llegar a buen puerto y que acabaron sin acuerdo.
Calendario y recortes
El principal punto de desacuerdo y que hizo estallar las protestas fue la modificación del calendario y el adelantamiento del curso escolar, pero la comunidad también pidió que se reviertan los recortes que se arrastran desde la década pasada. Después de todas las protestas, las negociaciones entre el comité de huelga y la conselleria están paralizadas porque las dos partes se levantaron de la mesa a propuesta de la mediación del Departamento de Trabajo, al ver que las posiciones estaban demasiado alejadas para que se llegara a un acuerdo.
Tal como adelantó ElNacional.cat, el Govern propuso a los sindicatos aumentar el número de docentes a partir del curso que viene, pero los representantes de maestros y profesores acabaron rechazándolo. Entendían que era una "miseria" de cifra si se repartía por todo Catalunya y porque había otras medidas que no hubieran aplicado hasta el curso 2024-2025. Este bloqueo de las negociaciones se ha tradujo en una razón más para salir a la calle por parte de los manifestantes.