Vox solicitó públicamente antes del inicio de la campaña electoral en el País Vasco y Galicia escolta policial para sus candidatos. La previsión de incidentes en actos organizados por esta formación de extrema derecha eran previsibles. La formación de Santiago Abascal, sin embargo, ha hecho marcha atrás y ha decidido rechazar la protección policial del Ministerio del Interior con el argumento de que no se fían de Grande-Marlaska y optarán por la seguridad privada.
Esta decisión tiene lugar después de los incidentes registrados durante actos de la formación, sobre todo en el País Vasco, donde los representantes de la formación han adoptado actitudes desafiantes ante las protestas convocadas en paralelo. En una de estas protestas una diputada de Vox resultó herida leve.
Protección individual
Los de Abascal, según explica El Confidencial Digital, pidieron protección individual para sus candidatos aduciendo que tenían miedo. En palabras del portavoz del comité de acción política del partido, Jorge Buxadé, corren un riesgo "de atentado contra su vida y su patrimonio". El Ministerio del Interior atendió la petición de Vox y acordó destinar escoltas de los Cuerpos de Seguridad del Estado a la protección de sus líderes y candidatos durante la campaña.
La sorpresa ha sido cuando, después de haber pedido este dispositivo de seguridad durante la campaña electoral, han decidido finalmente rechazarlo al considerar que desde el ministerio no actúan con diligencia ante las amenazas que recibe la formación y las convocatorias en protesta por su presencia. Aseguran que no se fían del ministro del Interior.
Protestas antifascistas
La presencia del líder de Vox en la campaña electoral del 12-J en el País Vasco ha tenido como respuesta la convocatoria de protestas por parte de los colectivos antifascistas. Algunas protestas, como la que tuvo lugar el viernes pasado en Sestao, han acabado con incidentes que han obligado a la Ertzaintza a actuar. En este caso, la diputada de Vox Rocío de Meer recibió una pedrada. Abascal, con un puro en la mano, mantuvo una actitud desafiante increpando a los concentrados protegido por un cordón policial de la formación vasca.
Una semana antes, en Bilbao, también se registraron incidentes durante una visita del secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, la policía vasca cargó contra los manifestantes.