El 2024 ha empezado con los presupuestos de la Generalitat prorrogados mientras las reuniones para aprobar las cuentas del Govern para este año continúan en marcha, pero sin avances. La última ha sido este miércoles mañana entre el Ejecutivo y el PSC, partido que, junto con los comunes, dio apoyo a los presupuestos para el 2023 que finalmente quedaron aprobados en el mes de marzo. Con todo, las dos partes afrontaban este encuentro de manera radicalmente diferente. Por un lado, los socialistas han dejado claro que las reuniones no pueden servir para hablar de los presupuestos del 2024 si antes no se han cumplido los acuerdos del 2023, con la vista puesta especialmente en el proyecto del Hard Rock, parado desde hace meses. En cambio, desde el Govern visualizaban esta reunión como una oportunidad para activar las negociaciones e intensificar el ritmo de las conversaciones. Después del encuentro de este jueves, las dos partes han quedado en seguir trabajando, ya que, según explican desde el PSC, la reunión ha servido para hablar de los del 2023.
En una entrevista este martes, la portavoz parlamentaria del PSC, Alícia Romero, que ha encabezado la delegación del PSC en esta reunión, Romero ya advertía que la reunión de hoy tenía que servir para hablar de los presupuestos del año pasado y no del actual: "Como ya hemos dicho muchas veces, si no hay un cumplimiento presupuestario mayoritario no podemos empezar a hablar de las cuentas del 2024". Romero lamentaba que según el propio Govern solo un 19% de los compromisos a los cuales llegaron el 1 de febrero del 2023 se ha cumplido hasta hoy, mientras reclamaban explicaciones sobre los que están pendientes: "Si la mayoría de actuaciones del 2023 no se han cumplido, no tiene mucho sentido ponernos a negociar".
La CUP y los comunes reclaman que el Gobierno se aleje de los proyectos del PSC
Hace falta tener en cuenta que el Govern no solo está negociando los presupuestos con el PSC sino que también ha abierto conversaciones con Junts, los comunes y la CUP, ya que su apoyo parlamentario, que se limita a los 33 diputados de Esquerra Republicana, provoca que se tenga que pactar con, como mínimo, dos formaciones más. El 2023, fueron el PSC y los comunes, pero este año, los de Jéssica Albiach han puesto el proyecto del Hard Rock como una línea roja, mientras que el PSC sigue defendiendo la infraestructura. Horas antes de la reunión entre el Govern y los socialistas, la líder de los comunes ha asegurado en una entrevista que están esperando una reunión con el Executiu para poner calendario a la aplicación de las medidas del acuerdo de presupuestos del 2023 que todavía no se han ejecutado. Además, también ha vuelto a cargar contra el PSC, a quien le ha reclamado que abandone este proyecto, que ha asegurado, comportará problemas de seguridad: "Querría hacer un llamamiento al PSC, que últimamente hace mucha bandera de la seguridad. Analizamos, donde hay grandes casinos, cuál es el nivel de inseguridad, de problemas de convivencia, de delincuencia, qué mafias hay en torno a estos casinos".
Los comuns no son el único partido que negocia los presupuestos con el Govern que reclama al Ejecutivo de Esquerra abandonar el macroproyecto que defiende al PSC. También lo hacen desde la CUP, que este año se ha avenido a negociar las cuentas siempre y que se entierren este tipo de infraestructuras. Este martes, la diputada cupaire Laia Estrada confirmó que su partido continuaba en contacto con el Govern después de dos reuniones y que hay una de tercera acordada. Estrada dejó claro, eso sí, que si los de Aragonès quieren su apoyo y aprovechar "la última oportunidad para dar un giro de políticas" se tienen que desvincular del programa del PSC.