Nuevas acusaciones contra el exvicepresidente del Consell de la República, Toni Comín, por su gestión como responsable de las finanzas de la entidad. El exrapero Valtònyc ha difundido una carta del responsable de las herramientas informáticas de la institución en el exilio, Ferran Revilla, quien acusa Comín de desviación de donaciones, de manipulaciones, presiones y lucha sucia contra opositores. Concretamente, Revilla detalla que desde un buen comienzo había una pugna entre la rama política, liderada por el mismo Comín, y la rama ejecutiva, liderada por el entonces director ejecutivo, Sergi Miquel. El informático detalla un "equilibrio interno" que permitía a los técnicos trabajar. Sin embargo, se rompió, según él, a raíz de unas acusaciones de Sergi Miquel contra Comín y su hermana. "Desconozco la veracidad de las informaciones, pero después de estos hechos, la convivencia entre el vicepresidente y el director ejecutivo se hizo insostenible", relata.

Sergi Miquel se acabó marchando y Comín asumió todas las responsabilidades, incluyendo las finanzas de la institución. Según explica Revilla, Comín reorganizó el Consell, priorizando la lealtad personal, creando un equipo de "fieles" y "mostrándose refractario a ser cuestionado". "Los procesos participativos se limitaron a ratificar o rechazar decisiones, sin permitir alternativas", asegura.

El informático acusa de desviar dinero para que Catglobal no los controlara

Antes de la marcha de Sergi Miquel, Catglobal, como asociación responsable de los gastos del Consell de la República, retiró a Comín la capacidad de gestionar los fondos del Consell, según explica el informático. Ante esto, Comín "decidió desviar una parte de las donaciones que recibía el Consell hacia una cuenta de una organización controlada por él". Para hacerlo, necesitaba modificar la tecnología de la entidad en el exilio, hecho que obtuvo la reticencia del informático. Esto provocó, según Ferran Revilla, varias amenazas y varias órdenes, como que tenía que firmar un nuevo contrato con la organización catalana y dimitir de Catglobal; tenía que implementar los cambios necesarios para desviar las donaciones; no podía informar de nada de eso a Catglobal.

Finalmente, Revilla rehusó estas instrucciones, que considera "ilegales". "Desde aquel momento, el vicepresidente me consideró un enemigo y maniobró para girar el equipo técnico en mi contra", relata Ferran Revilla. De hecho, pone de ejemplo como, cuando Revilla ya no estaba, el equipo técnico del Consell "permitió al vicepresidente desviar donaciones destinadas a ayudar a los Mossos d'Esquadra encausados por el dispositivo del president Puigdemont el día de la investidura de Illa". "Este dinero se utilizó para pagar una factura antigua —y discutida— a una empresa afín a la familia Comín", relata finalmente Revilla, que pide que Toni Comín vuelva a ser apartado de cualquier organización.

Carta de l'informàtic del Consell de la República, Ferran Revilla, en la qual acusa Comín d'irregularitats
Carta del informático del Consell de la República, Ferran Revilla, en la cual acusa Comín d'irregularidades

El caso Comín

Todo se suma a la polémica auditoría en la cual se acusa Comín de "gastos injustificados". Según la auditoría, hay 5.530 euros que Comín dedicó al alquiler de un vehículo y de un apartamento durante quince días, además del pago de impuestos y de una multa y la retirada de 6.000 euros en efectivo. Todo ello, además, justificado en el marco de la defensa del exilio. La junta gestora también acusó a Comín de presiones contra el auditor, mientras el eurodiputado electo los ha acusado de injerencia electoral y niega mala praxis en la gestión de los recursos económicos. Quien también acusó a Comín de desviación de fondos fue el rapero Valtònyc, que aseguraba que Comín había actuado egoístamente en las negociaciones de la amnistía y que había puesto en riesgo a personas con "ilegalidades".