Nuevas cargas policiales en la decimocuarta noche de protestas a Ferraz y con Pedro Sánchez investido presidente. Como en ocasiones anteriores, la policía española ha intervenido a la manifestación delante la sede del PSOE para dispersar a los manifestantes una vez los actos vandálicos se han descontrolado. Con la llegada de los encapuchados en la primera fila, ha subido considerablemente la tensión y ha empezado el encendido de bengalas, la crema de esteladas, los intentos de mover las vallas y el lanzamiento tanto de objetos como de petardos enlatados. Todo ha llevado los antidisturbios a actuar, tal como ya hicieron este miércoles —coincidiendo con el debate de investidura en el Congreso de los Diputados—.

Según la delegación del Gobierno en Madrid, este jueves han asistido unas 4.000 personas a la manifestación ante la sede del PSOE. Es el doble de la cifra registrada el día antes, el miércoles, cuando unas 2.000 personas se concentraron en Ferraz después de la primera jornada del debate de investidura. Así, el ambiente de este jueves ha sido mucho más radical que los últimos días, con más simbología ultra, franquista, fascista y nazi. "Sieg Heil", se ha escuchado a menudo. Es por eso que, desde bien temprano, los agentes han sido preparados con los cascos, los escudos y las escopetas.

Ambiente de un partido de fútbol en Ferraz

La tensión ha empezado a subir hacia las 22.00 horas, cuando los agentes ya se han puesto los cascos, han preparado los escudos, se han acercado al cordón y han advertido a los manifestantes por megafonía varias veces. Después, han cargado desde la calle Marqués de Urquijo para dispersar a los millares de manifestantes que había a Ferraz —la mayoría de ellos, ultras encapuchados y con símbolos radicales—.

Es verdad que el ambiente ha sido más radical, pero la tónica ha sido la misma que la de este miércoles: ambiente propio de un partido de fútbol masculino, duros insultos contra Sánchez y Carles Puigdemont, cánticos racistas y machistas, gritos contra la prensa... De hecho, los manifestantes han lanzado pintura roja contra los periodistas y un fotógrafo ha resultado herido. El encendido de bengalas ha llenado de humo la manifestación, mientras que el lanzamiento de objetos y petardos enlatados han obligado a la policía a alejarse momentáneamente de las vallas —que estaban siendo golpeadas por los encapuchados de la primera fila—. También hemos visto cómo se han quemado esteladas, como ya pasó el miércoles.

Los ultras de la primera fila queman esteladas en Ferraz / Efe

A pesar del ambiente radicalizado de este jueves, Vox ha mantenido el apoyo a la concentración. En esta ocasión, ha sido Javier Ortega Smith quien se ha dejado ver en la manifestación y ha animado a los manifestantes a continuar con la movilización permanente. Y es que ya van dos semanas de protestas consecutivas en Ferraz, con una historia similar cada día. Ha habido días con menos gente, menos vandalismo y menos cargas, pero los graves insultos y los mensajes antidemocráticos han sido una constante.

Paralelamente, en Barcelona hemos visto dos concentraciones diferentes contra la amnistía. Por una parte, pequeño grupo de españolistas ha protestado ante la delegación del Gobierno contra la investidura de Pedro Sánchez. Por otra, la Esquerra Independentista se ha movilizado en la plaza de Urquinaona para mostrar su rechazo al pacto de los independentistas con el PSOE.

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