La obsesión compulsiva de la derecha española con el catalán no tiene traba. La última ha sido por una campaña publicitaria del Govern en favor del modelo de escuela catalana, una publicidad en prensa escrita en que el Govern asegura que elaborará un "nuevo marco normativo" para reformar el modelo de escuela catalana con "consenso político, social, y pedagógico". Pues no le ha gustado esta publicidad al grupo naranja y por eso ha decidido que lo llevará al Tribunal de Cuentas.

"El Govern vuelve a utilizar el dinero de los catalanes para hacer una campaña de propaganda haciendo apología de la desobediencia de los tribunales. Mientras otros miran a otro lado, Cs lo denunciará en el Tribunal de Cuentas. Si quieren campañas, que las paguen de sus bolsillos", ha escrito el líder de Cs, Carlos Carrizosa, en su perfil de Twitter.

Todo llega semanas después de que el Tribunal Supremo haya impuesto un 25% de clases en castellano a las escuelas de Catalunya, una polémica que ha marcado el último periodo del año 2021. Mientras que plataformas, entidades, sociedad civil, partidos soberanistas y sector educativo se han movilizado para defender la inmersión y la escuela en catalán, la derecha española ha puesto en marcha una campaña contra la inmersión en todos los frentes.

En el ámbito institucional, tanto Vox como Cs y PP han presentado un montón de mociones e interpelaciones con el objetivo de presionar y denunciar una presunta persecución del castellano y los castellanohablantes en Catalunya. Este debate político ha generado momentos que han causado declaraciones absolutamente desproporcionadas, como el odio del líder del PP Pablo Casado diciendo que los niños no podían ir al baño si hablaban en castellano, o más bien las comparaciones desafortunadas de Carrizosa.

En la última sesión de control del año el líder naranja comparó el caso de la escuela de Canet de Mar —donde una familia pidió el 25% de las horas en castellano— con el municipio de Ermua, donde fue asesinado Miguel Ángel Blanco a manos de ETA: "Canet es una especie de Ermua, salvando las distancias", dijo Carrizosa después de insistir en que en Canet de Mar hay un niño que está sufriendo acoso.

El catalán, en estado crítico

Esta ofensiva de la derecha (y la judicatura) española llega en un momento de fuerte vulnerabilidad del catalán. Las alarmas saltaron a raíz del informe que presentaron ahora hace un mes las conselleries de Educació y de Cultura sobre la aplicación real de la inmersión. El texto concluía que en el curso de 4º de ESO sólo el 46% de los profesores se dirigen a los alumnos en catalán. Otros ejemplos que sorprenden son que sólo el 39,4% de los alumnos utilizan el catalán en las aulas y si las actividades son en grupo, el porcentaje baja al 28,4.

​Pero eso no es todo. Si salimos de las aulas, vemos que el catalán también se encuentra en una clara situación de retroceso. Según un informe que presentó Plataforma per la Llengua a finales de octubre, 8 de cada 10 catalanohablantes cambian de lengua cuando alguien les habla en castellano. A eso se le tiene que sumar que los catalanohablantes sólo representan el 32,4% de la población de los Països Catalans y Andorra, según datos del primer día de enero del 2020. Eso supone, pues, menos de un tercio.

 

En la imagen destacada, el líder de Cs Carlos Carrizosa / Sergi Alcàzar