Las embajadas españolas han registrado un nuevo escándalo, después de la batería de casos donde miembros de la diplomacia del Estado se han visto involucrados, como adelantaba hace unos días El Nacional. Francisco Gabriel Maroto, ex-escolta del expresidente José María Aznar, habría accedido a la plaza de agregaduría de Interior en la misión diplomática de España a Panamá antes de la existencia de ésta.
Los diputados del grupo socialista en el Congreso han pedido al Gobierno en funciones "que declare nulo" el nombramiento de Maroto, "una persona de quien la única experiencia policial es la de ex-jefe de escolta de Aznar".
En la batería de preguntas que el diputado del PSOE, Antonio Tevín, ha presentado, se incluyen interpelaciones como "cómo es posible que el Gobierno convoque y adjudique en 2014 una plaza que no existe hasta 2015; cuántos miembros del Cuerpo Nacional de Policía se presentaron, y qué méritos fueron los determinantes para la elección de Maroto frente al resto". Además, los socialistas quieren conocer "en cuántos procedimientos que están en trámite en España, y por los cuales se solicita cooperación a Panamá, está interviniendo Maroto".
Trevín ha recordado que el grupo socialista ya formuló en junio del año pasado esta cuestión, recién conocido el nombramiento. Para el portavoz de Interior, las informaciones conocidas hasta la fecha sobre los papeles de Panamá "hacen más necesarias que nunca las explicaciones del Gobierno". La iniciativa socialista también recuerda que "las funciones de las agregadurías de Interior poseen gran relevancia, ya que les permite acceder a informaciones muy valiosas de los procedimientos que se investigan en España, cuando se pide colaboración policial o judicial".
Así las cosas, parece que al ministro de Exteriores en funciones, José Manuel García-Margallo, se le acumulan las peticiones de comparecencia y respuesta, mientras el Congreso pide que dé explicaciones un gobierno en funciones que cree que no lo tiene que hacer.