Después de todo el serial de los presupuestos, ahora ha llegado un nuevo 'No' de la CUP al Govern. Se trata del nuevo decreto ley 24/2021 -aprobado el pasado mes de octubre- de aceleración del despliegue de las energías renovables, que se llevará a debate este miércoles al pleno del Parlament de Catalunya. En un comunicado hecho público este lunes, los anticapitalistas han anunciado que votarán en contra porque "cae en los mismos errores que el anterior".
Este nuevo decreto había sido producto de una demanda de los anticapitalistas hecha el pasado mes de mayo, que a través de la diputada Laia Estrada pidieron derogarlo con el fin de incluir modificaciones propuestas por la formación en el marco del acuerdo de investidura que mantienen con ERC.
La formación anticapitalista ha reiterado que con la modificación del último decreto, el Govern vuelve a caer en los mismos errores y que de nuevo, obvia una planificación territorial bien hecha, que permita llevar a cabo una transición energética de acuerdo con las directrices de la Ley de Cambio climático.
El territorio, "en pie de guerra"
El diputado Dani Cornellà ha recordado que el decreto del Ejecutivo "ha puesto en pie de guerra el territorio, incluso municipios con alcaldías de los partidos de Govern, y a las entidades ecologistas del país, porque da carta blanca a los oligopolios energéticos".
En el comunicado, la CUP ha reiterado "un modelo de implantación de energías renovables en el territorio que se haga de forma democrática, distribuida y territorialmente cohesionada". En este sentido, la candidatura anticapitalista ha asegurado que trasladó "el posicionamiento del territorio y de las entidades ecologistas" a la Conselleria de Acció Climàtica de la republicana Teresa Jordà "hasta el último momento" y, por este motivo, ha lamentado "que las reivindicaciones no fueran recogidas en el texto final".
Finalmente, los anticapitalistas han exigido más protección del territorio, participación local y "una planificación global ante la crisis climática, la crisis energética y las prácticas mafiosas de las eléctricas". También han pedido al Govern que "se ponga al lado del territorio, afronte los retos del cambio climático y apueste claramente por un modelo energético democrático y descentralizado".
Este rechazo de la CUP supone un nuevo obstáculo para el Govern con respecto a la transición ecológica que pretende hacer. Ahora hace un mes, el president Aragonès y la mism Jordà presentaron su hoja de ruta que pasa porque dentro de menos de 10 años el 50% de la producción eléctrica de Catalunya sea mediante energías renovables, que en el 2040 se apaguen definitivamente las centrales nucleares y que en el 2050, dentro de menos de 30 años, Catalunya sea un país completamente descarbonizado.