El gobierno autollamado "progresista" del PSOE y Podemos tiene previsto destinar el mayor gasto del ministerio de Defensa de toda su historia, a la construcción de un submarino. Se llama, porque prácticamente ya está terminado, S-81 Isaac Peral, la empresa contratada es Navantia y el centro donde se esta construyendo se sitúa en Cartagena, Murcia.
En total cuesta prácticamente mil millones de euros y el gobierno saca pecho de ser uno de los más "letales" del mundo y con una infraestructura sin precedentes: pesa 3.000 toneladas, si se pusiera del derecho aseguran que "sería más alto que la Torre de Pisa" y es el primero de un proyecto muy ambicioso.
"Letal y selectivo"
La justificación de este dispendio viene motivado por "ayudar a la OTAN y la Unión Europea en sus operaciones con unos medios modernos, eficaces y compenetrados", según Defensa. La munición que puede transportar es una docena de armas largas y seis tubos lanzatorpedos con los que se podrán disparar misiles tácticos como los Tomahaqk o los lanzados con fibra óptica.
Está previsto que a finales de abril, este submarino empiece a hacer sus pruebas por mar con el objetivo de acabar de verificar lo que consideran que será una de las "armas de guerra más disuasorias del mundo". La armada celebra la noticia porque con él podrán hacer un "ataque selectivo a objetos de tierra" y por la "gran discreción de su diseño". Las tareas se llevan desarrollando desde hace más de un año aunque ya con gobiernos anteriores se había aprobado el proyecto, que, hasta ahora, no había conseguido salir adelante.
El gobierno quiere construir 4 submarinos
Dentro del submarino podrá viajar una tripulación de 40 personas en una eslora de 81 metros y una capacidad de inmersión superior a los 300 metros. Isaac Peral servirá para jubilar a los S-70 de diseño francés y, de esta manera, el Estado español pasará a construir pero también liderar el trabajo previo de ingeniería de forma propia y desvinculada de cualquier acuerdo comercial con otro país.
El proyecto es ambicioso porque aparte de este, el ministerio dirigido por Margarita Robles también tiene previsto construir tres más. En total, una inversión de 4.000 millones de euros que llegará a su punto álgido con la presentación de todos ellos el año 2023.
De esta manera, la Armada recibirá más submarinos de forma escalonada: en diciembre del 2024 el S-82; en octubre del 2026, el S-83 Cosme García; y el último que completará los cuatro proyectos, el S-84 Mateo García de los Reyes, en el 2028. Son plazos "factibles y realistas", aseguran. La justificación de esta inversión viene motivada por los "8.000 kilómetros de costa que tiene España entre el Mediterráneo y el Atlántico", también para "protegerse de posibles escenarios bélicos en estas aguas" y no quedarse atrás en la actividad frenética de submarinos, algunos nucleares, que circulan por el Estrecho de Gibraltar, prácticamente 82.000 anuales.
La defensa sale cara a los contribuyentes españoles. Más allá de las cifras marcadas por este proyecto, Robles incluye para este año, una partida de 675,5 millones de euros destinada a programas VCR 8x8, es decir, vehículos de combate sobre tierra; otro submarino S-80, un helicóptero NH90 y una fragata F-110. Todos ellos requerirán otras partidas extras para completar su presupuesto final a partir del año que viene.