Nuevos documentos de la operación Catalunya que siguen confirmando la guerra sucia del Estado español contra el independentismo, y uno de los grandes señalados vuelve a ser Mariano Rajoy. El excomisario José Manuel Villarejo y otros líderes de la policía patriótica trabajaban en Andorra desde 2012 para conseguir información para demostrar que el independentismo escondía miles de millones de euros en Andorra para financiar el proyecto de la República Catalana. Finalmente, recurrieron a la extorsión y consiguieron la captura de pantalla que demostraba que la familia Pujol tenía cuentas en Andorra. Después de que el mismo Jordi Pujol reconociera esta información publicada por el diario El Mundo, Villarejo insistió en convencer al entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que se tenía que investigar más. Según explica El Món a RAC1, unos correos electrónicos hasta ahora secretos demuestran cómo Rajoy pactó con quien era presidente de Andorra, Antoni Martí Petit, que harían caer uno de los cuatro grandes bancos andorranos: la Banca Privada de Andorra (BPA), y su filial en España, el Banco de Madrid. La BPA fue la elegida porque era donde los Pujol habían guardado los fondos entre 2010 y 2014, y la policía patriótica estaba convencida de que el independentismo guardaba millones de euros.

Las órdenes de Mariano Rajoy

En esta ocasión, las maniobras para hundir a la BPA no estuvieron lideradas por el Ministerio del Interior, sino por el CNI. Antes de que se produjera la intervención de la BPA —10 de marzo de 2015— uno de los espías del CNI enviaba un correo electrónico a Villarejo donde informaba de la situación: “Tanto tus jefes como los míos solo siguen las órdenes del PG, que a la vuelta del viaje al país vecino en enero ya no tuvo dudas sobre los planes que en verano del año pasado le planteó su homólogo cuando le visitó y confirmó que era la información que tenía la BPA la que podía poner en riesgo el equilibrio institucional de ambas naciones”. Las siglas PG que apuntan en este mensaje, hacen referencia al “presidente del Gobierno”, es decir, Mariano Rajoy, que según se apunta en este mensaje autorizó a sacar adelante la operación después de acordarlo con el jefe de gobierno de Andorra en tres reuniones: dos en España —agosto y septiembre del 2014— y otra en Andorra la Vella, en enero del 2015, solo 3 meses antes de la intervención de la Banca Privada de Andorra.

En otro correo electrónico enviado a Villarejo, este espía del CNI explica detalles de la operación para cargarse el banco y conseguir toda la información de los clientes. En este punto, entra en juego Estados Unidos. Con el fin de hacer caer a este banco, filtraron que la BPA gestionaba conceptos como “Venezuela”, “narcotráfico”, “China” o “Rusia” que dispararon todas las alarmas en EE.UU. con el objetivo de advertir al secretario del Tesoro norteamericano de que la BPA y su filial gestionaban dinero presuntamente ilícito para que la Oficina de Control de los Delitos Financieros de los Estados Unidos, el FINCEN, emitiera una alerta en contra del banco. Así, España y Andorra tendrían un pretexto para justificar la intervención del banco porque parecía una operación de EE.UU. La persona que orquestó esta operación fue “BS”, Basilio Sánchez Portillo, un comandante de la Guardia Civil que, según el correo, era colaborador del CNI. Finalmente, consiguen que el FINCEN envíe la alerta y pueden intervenir y liquidar el banco por la vía rápida y extraer toda la información de los clientes. Sin embargo, 10 años después de la intervención de este banco no se ha demostrado ninguna de las causas que lo hicieron caer.

Hundir los bancos andorranos

El Món a RAC1 también habla de otro mensaje que el CNI envió a Villarejo el 16 de marzo de 2015, solo 6 días después de la caída de la BPA, que demuestra que todo ha sido un montaje. “Te pedimos que vuelvas a hablar con tu amigo MB (nombre secreto para hablar de Mark Varry, un agente del FBI destinado a España que era amigo personal de Villarejo) para que vea a sus contactos con el Tesoro y así el FINCEN vuelva a emitir otra alerta que refuerce la del día 10 y aseguremos que los del banco andorrano no levanten la cabeza. Si consigues que MB se mueva, R1 (el alias de Félix Sanz Roldán) se quedará más tranquilo y no tendrá que pedir nuevos favores a nuestros colegas americanos”. Villarejo consideraba que había que hacer caer a otro de los bancos importantes de Andorra, Andbank.

Precisamente, esta petición la hacía a través de una nota confidencial enviada antes de la intervención de la BPA. “El análisis de los datos recogidos en fuentes fiables no excluye la vinculación de sectores independentistas con otras entidades andorranas, además de la BPA. Ante el señalamiento de la BPA como única entidad de riesgo para España por sus vínculos con los Pujol, se tiene que insistir en que decrecerá el nivel de eficacia de las gestiones en curso si persiste el interés en obviar que el objetivo primordial es el desmantelamiento del movimiento independentista y no ocultar el resto de actividades de terceros”, apuntaba. En la misma nota, Villarejo reflexionaba: “Una vez decapitada la entidad, con la destitución y/o encarcelamiento de los responsables de la BPA, los gobiernos de Andorra y España podrán disponer de bastante tiempo para elaborar los informes que complementarían la alerta del FINCEN y dar la máxima verosimilitud a las razones de la intervención”.