Después de más de una hora de jugar al gato y el ratón, finalmente han empezado los lanzamientos y el movimiento de contenedores para montar las primeras barricadas. Todo ello, en Barcelona, al final de la jornada de reflexión, horas antes de que se celebren las elecciones generales del 10-N. Pero ha sido más un intento que otra cosa, y que, en todo caso, ha contrastado con el tono cívico y festivo de la multitudinaria concentración del Tsunami Democràtic en la plaza Universitat.
El día de reflexión con actos festivos-reivindicativos y una ciudad completamente blindada de policías, ha finalizado con una manifestación de los CDR que, al no poder llegar hasta Via Laietana porque los Mossos han cortado los accesos, han optado por buscar un agujero de seguridad para hacer correr a la policía. Y eso ha sido todo, un rato después.
El balance de daños, después de algunas carreras, no mucho más que un par de contenedores tumbados. Nada de fuego. Carga de porra aislada y algunos lanzamientos. Nada que ver con los incidentes que hubo en el centro de Barcelona la semana que se hizo pública la sentencia del juicio del procés.
El momento de más tensión ha llegado cuando los manifestantes han llegado al cruce entre las calles Ali Bei y Ronda Sant Pere, donde han colocado unos contenedores en la calzada para formar barricadas, pero, rápidamente, efectivos de los Mossos han actuado para dispersarlos. En ese momento ha habido algún golpe de porra por parte de los Mossos d'Esquadra y lanzamientos contra la línea policial, si bien los agentes han conseguido dispersar a los CDR.