Los nuevos líderes de Ciudadanos se han estrenado este viernes con un mensaje claro dirigido a su principal detractor. La portavoz del partido, Patricia Guasp, y el secretario general, Adrián Vázquez, —los dos con cargos electos que tendrán que ratificarse en la asamblea que celebrará la formación este fin de semana— han marcado territorio con respecto a Edmundo Bal. En una rueda de prensa, lo han instado a acatar el papel que se le encomendará de cara al futuro, y a no crear más fracturas dentro del partido.

"Bal respetará las decisiones que tome la ejecutiva", ha manifestado Guasp cuando ha sido preguntada sobre si la ex mano derecha de Inés Arrimadas mantendrá su cargo de portavoz adjunto del grupo parlamentario en el Congreso de los Diputados. Sí que ha dejado bien claro, en cambio, que la presidenta saliente, Arrimadas, sí que mantendrá el liderazgo del grupo parlamentario en la cámara baja, así que también se mentendrá como principal portavoz del equipo. Bal, que este mismo viernes ha asegurado que estará "allí donde el partido considere que seré más útil", ha descartado también fichar por otro partido que no sea Ciudadanos. Ahora tendrá que estar pendiente sobre qué dicta el lunes la nueva ejecutiva de Ciudadanos sobre el futuro del grupo parlamentario.

Los dos nuevos líderes de la formación han mostrado esperanza en que las palabras de su principal detractor sean ciertas. De hecho, la tensión todavía no ha desaparecido. Fuentes del entorno de la futura nueva ejecutiva del partido señalan que tendrán que hacer un acto de pedagogía para hacer entender a sus excompetidores que han perdido las primarias y que tienen que obedecer las normas que se dicten desde la calle Alcalá de Madrid. Admiten poca cultura democrática con respecto a una disputa interna de partido, y lamentan que en las últimas horas han visto actitudes de miembros de la formación propias de un proceso de primarias, y no de un momento en que la militancia ya ha escogido a sus futuros líderes. Fuentes del nuevo núcleo del partido afirman, por ejemplo, que Bal no habría llamado a la ganadora Patricia Guasp y que solo habrían intercambiado algunas palabras en algún cruce.

Hay que tener en cuenta, sin ir más lejos, que Bal ha sostenido este viernes en los micrófonos de Onda Cero que la mitad del partido ha apostado por un cambio en Ciudadanos. Y es cierto: la lista capitaneada por Guasp y Vázquez recibió ayer solo el 53% de los votos, mientras que la de Bal se llevó el 39% de los apoyos y la del novato Morales un tímido 7%.

Esperanzas para volver a cuestionar el bipartidismo

Durante la rueda de prensa de este viernes, Guasp ha afirmado que la esperanza de su partido es que en el próximo año —en el que habrá elecciones autonómicas y municipales en mayo y generales en diciembre— Ciudadanos vuelva a tener un papel de cuestionamiento al bipartidismo. Ha confiado en ser la "sorpresa" en los comicios que se celebrarán en el 2023 y "renacer" como formación.

Patricia Guasp y Adrián Vázquez encaminándose a la rueda de prensa de este viernes / Foto: Europa Press

La asamblea de este fin de semana

De hecho, es posible que Ciudadanos cambie de logotipo e incluso de color. La puerta ha quedado bien abierta este lunes cuando el secretario general electo del partido ha pedido paciencia a los periodistas que le han preguntado sobre esta cuestión; asegurando que este fin de semana encontrarían la respuesta. Se tratará de una asamblea en la cual se ratificarán los estatutos del partido y servirá, ahora sí, para poner nueva cara al nuevo partido.