El Tribunal Constitucional ya tiene una mayoría de magistrados progresistas. Así se ha hecho efectivo este lunes después de que Juan Carlos Campo, Laura Díez, María Luisa Segoviano y César Tolosa hayan tomado posesión de sus cargos. Después de medio año caducado, el tribunal de garantías se ha renovado y ha acabado de esta manera el mandato de Pedro González-Trevijano y Antonio Narváez (designados por Mariano Rajoy cuando estaba en La Moncloa) y Juan Antonio Xiol y Santiago Martínez-Vares (designados por el Consejo General del Poder Judicial).
La toma de posesión ha tenido lugar después de que el presidente saliente del Tribunal Constitucional, Pedro González-Trevijano, pronunciara un discurso en el cual cargara contra la teoría que existen magistrados conservadores y progresistas. "No comparto la falsa dicotomía", ha afirmado; además de asegurar que tampoco comparte "las reclamaciones de imposible unanimidad, que es inexistente en los otros ámbitos de la sociedad." "Tampoco hay sentencias parciales de la mayoría; hay, sin más, sentencias, aunque todos anhelamos su mayor apoyo posible", ha añadido. Asimismo, Trevijano ha asegurado durante su último discurso que "el procedimiento de designación" de los magistrados "no implica un mecanismo de representación" porque "el magistrado no representa a nadie".
"Un día de total normalidad institucional"
Poco antes que empezara este acto, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, ha celebrado que se celebrara la toma de posesión de los nuevos magistrados del Constitucional. "Hoy es un día de total normalidad institucional y democrática", ha afirmado, en referencia al hecho de que la renovación de este tribunal haya sido bloqueada en los últimos meses por culpa de la rama conservadora del CGPJ, que se había negado a enviar magistrados al Constitucional.
"El nuevo Tribunal Constitucional tiene un trabajo muy fundamental en frente: recuperar el prestigio que se ha visto dañado en los últimos días", ha manifestado el ministro a las puertas del tribunal. Ha reconocido, también, que ahora mismo ya no hay "urgencia" para reformar los mecanismos para designar magistrados del Constitucional, ya que una situación de bloqueo no se podría volver a producir hasta dentro de unos cuantos años.
En cambio, Trevijano, en su discurso, ha rechazado las "reformas apresuradas", en referencia a la intención que tenía el Gobierno para desencallar la situación de bloqueo que había en la justicia española, y ha afirmado que "las soberanías populares" no están por encima de la Constitución, a pesar de insistir en su respeto por las Cortes españolas.
Primer objetivo: designar a un presidente del tribunal
El primer objetivo que tendrán los nuevos miembros del Tribunal Constitucional será designar a un presidente. Con el cese de Trevijano, ha ocupado su lugar en funciones el magistrado Ricardo Enrique Sánchez. Ahora que hay mayoría progresista en el tribunal de garantías, todo apunta que la institución estará presidida por un magistrado de esta rama. Ahora bien, no se sabe quién será exactamente su sustituto definitivo.
Los dos nombres que más aparecen en las quinielas son Cándido Conde-Pumpido y María Luisa Balaguer, los dos progresistas. Pero el primer candidato no gusta nada al sector conservador. Incluso el sistema mediático español se posiciona en contra, al considerar que es demasiado próximo al Gobierno. María Luisa Balaguer sí que podría recibir la luz verde por parte de la rama conservadora.