La rocambolesca historia de los nuevos submarinos de la Armada Española parece que tiene dificultades importantes para llegar a buen puerto. Y es que los problemas que rodean los submarinos S-80 del ejército español son cada vez más preocupantes.
Si primero era el peso, ahora resulta que es la altura. Según ha informado este miércoles el diario El País, un nuevo error en las dimensiones causará una última inversión de 16 millones por parte del Ministerio de Defensa.
El problema se arrastra, el año 2013 los técnicos detectaron que el peso era tan elevado que no se podía garantizar la flotabilidad de las embarcaciones submarinas. Unas conclusiones que obligaron a rediseñar las naves, aumentando 10 metros la eslora y 800 toneladas el desplazamiento.
Un cúmulo de errores
Los cambios de dimensiones, pero, han resultado problemáticos para el futuro de los submarinos que ahora, debido a su longitud, no pueden atracar en la base naval de Cartagena.
Este cúmulo de desaciertos ha llevado al gobierno español a realizar nuevos gastos. El último, para adaptar la base de las naves y para ampliar las fosas. En total, 16 millones de euros más que se tendrán que sumar a la cifra que sube ya, ni más ni menos, que a 1.700 millones de euros, el doble de lo que estaba previsto.
El mismo diario ha informado de que el ejecutivo de Pedro Sánchez aprobará en los próximos días, para evitar que la construcción de las naves se alargue más, las nuevas partidas de presupuesto.
La ministra de Defensa española, Margarita Robles, sacó importancia a los hechos en una entrevista este miércoles a Onda Cero. "Muchas veces, cuando se habla de muchos millones no se explicita que son a diez u once años #ver". Apuntó que la construcción de los vehículos acuáticos acabará, posiblemente, el 2030 o 2031.
Poca gente sabe, a ciencia cierta, la fecha en que estos submarinos podrán salir a navegar, lo que es cierto, sin embargo, es que de momento nadie ha asumido responsabilidades.