Carles Puigdemont está siguiendo una estrategia clara y meditada: que el conflicto entre Catalunya y España acabe en manos del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), y que sea este órgano el encargado de resolverlo. Pero la tarea del presidente en el exilio no acabaría aquí: una vez volviera al territorio catalán con el aval europeo, recuperaría la DUI.

En un discurso desde De Pinte (Flandes) - en un acto del partido N-VA, que gobierna en el país - el propio Puigdemont ha asegurado que su objetivo "es volver a Catalunya como hombre libre [es decir, con el aval de la justicia europea] y levantar la suspensión de la Declaración de Independencia de Catalunya para hacerla efectiva".

Estas palabras han sido recogidas por el jefe de su oficina, Josep Lluís Alay, en un tuit en su perfil personal de Twitter:

 

 

No es la primera vez que el presidente hace alusión a su hoja de ruta desde el exilio. De hecho, el pasado 14 de octubre reclamó que sus decisiones sobre esta cuestión fueran respetadas y su situación personal no forme parte de la agenda de la mesa de diálogo entre Govern y el Estado". "No fuimos al exilio para pedir un indulto", recordó entonces.

"Pido que nadie hable por nosotros, de que no interfieran en nuestra estrategia buscando atajos que no queremos," expuso al presidente dirigiéndose al ejecutivo catalán.

Según él, hace falta una estrategia de lucha independentista coordinada para alcanzar el éxito, hecho que no se cumple si no se escucha o se respeta la estrategia del exilio.

Puigdemont, el objetivo de los medios

Ahora bien, tal como ha declarado hoy en Flandes, es consciente de la persecución mediática a la cual se lo ha sometido desde el estado español:

"Soy un objetivo que tiene que ser derribado por la máquina mediática española alineada acríticamente con el punto de vista de los tribunales y la policía. Eso trasciende mi caso personal porque erosiona España y toda la Unión Europea", ha lamentado.

 

Nada de soluciones individuales, una mirada colectiva

Las situaciones personales al margen, la mirada tiene que estar en la resolución colectiva del conflicto, esta es la apuesta de Puigdemont. No quiere que su situación esté sobre la mesa de diálogo y así se dirigió directamente al ejecutivo de Aragonès. "Pido, por lo tanto, que mi situación personal no forme parte de ninguna agenda de la llamada mesa de diálogo acordada por ERC y el Gobierno ni de ninguna conversación bilateral".

¿Pero cuál es la posible solución a la situación personal de Puigdemont que se podría tratar en la mesa? El indulto anticipado. Se trata de una regularización de la situación de exilio que Puigdemont y el resto de exiliados rechazan. "Ni buscamos ningún indulto anticipado ni creemos que esta opción aporte ninguna solución al conflicto, y por descontado no a las más de tres mil personas afectadas por la represión", sentenció, y afirmó: "Cuatro años de exilio nos han afianzado en la idea de que la solución al conflicto entre Catalunya y España es política y es colectiva; que no hay salidas personales ni soluciones a medida de nadie".

 

Imagen principal: Carles Puigdemont durante su intervención desde De Pinte (Flandes) / Twitter: Josep Lluís Alay