El Parlament de Catalunya vuelve a estar fragmentado en ocho partidos, un escenario que no se daba desde la II República. La irrupción de Vox y el fracaso del PDeCAT han querido que esta XIII legislatura que está a punto de empezar tenga alguna cosa en común con la legislatura republicana (1932-1939). Lo cierto, sin embargo, es que esta coincidencia parece ser la única.
Si el hecho de que haya hasta ocho formaciones en una misma cámara puede parecer sinónimo de caos, votaciones perdidas y enrocamiento parlamentario no tiene por qué ser así. Lo demuestra la legislatura que se inició en 1932, y que centró buena parte de su actividad en la elaboración de textos orgánicos, de los cuales destacan el Estatuto de Régimen Interior y la ley municipal (1933).
Todavía falta ver cómo será esta legislatura, pero todo parece indicar que ninguna de las fuerzas tendrá facilidad para sacar adelante ningún proyecto. Ni hay un consenso unánime 'de izquierdas', ya que el PSC y ERC se vetan entre ellos, ni tampoco hay buena sintonía entre las formaciones independentistas, que vienen de una última legislatura muy abrupta marcada por la represión y las disputas.
Amplia mayoría de ERC
Ciertamente, otros tiempos eran los de la II República, en la que la gran diferencia respecto de la actualidad es que los republicanos disponían de una amplia mayoría de 57 diputados de un total de 85.
"No hay que decir que con una mayoría tan absoluta no hacía falta buscar apoyo, a pesar de que la Unió Socialista (escisión de la Federación Catalana del PSOE a favor de la autodeterminación), siempre fue a remolque de ERC", aclara a ElNacional.cat el profesor de la UB Pelai Pagès.
Oposición también catalanista
Otra gran diferencia era la oposición, la cual no era españolista. El principal partido más allá de ERC era la Lliga Regionalista -partido catalanista de derechas- con 15 escaños.
"El único partido que en aquellos momentos podía provocar problemas antiautonomistas -que era el Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux- no sacó ningún diputado, aunque dispuso de cerca de 25.000 votos", explica Pagès. Así pues, la situación era bien diferente a la de esta última legislatura, en qué una formación españolista como Ciutadans (y que, de hecho, muchos han equiparado al lerrouxismo) contó con un total de 36 diputados.
Ahora bien, el mismo Pagès matiza esta idea sobre la Lliga Regionalista recordando que "a la hora de la verdad [este partido] priorizó su interés social por encima del nacional". Y pone como ejemplo que llevó la Llei de Contractes de Conreu (que favorecía a los rabassaires en contra de los propietarios -sin cuestionar, sin embargo, el derecho de propiedad) al Tribunal de Garantías Constitucionales.
"Y es conocido, por otra parte, que cuando en julio de 1936 estalló la guerra civil, la Lliga acabó dando apoyo -a excepción de algunos, muy pocos, de sus dirigentes- al ejército insurrecto", añade.
¿La primera mayoría independentista?
Con 57 escaños de un total de 85, ERC dominaba a placer la Cámara Catalana. ¿Se puede decir, pues, que aquella fue la primera mayoría parlamentaria independentista de la historia? No. Y es que, en aquella época ERC "no era, en ningún caso, un partido independentista", advierte Pagès.
"Es cierto que en los años republicanos el partido -que se había acabado de constituir en la víspera de la proclamación de la República- no era nada homogéneo, y que había una tendencia independentista -sobre todo la vinculada a Estat Català-, pero globalmente era sobre todo un partido republicano y federal, y tenía una importante tendencia socializante, de tal manera que sus votantes eran sobre todo obreros que militaban en la CNT", explica.
Muchas mayorías posibles
La actualidad es bien diferente y los ocho partidos que hay en el Parlament tienen propuestas muy diferentes. Además, ahora no sólo hay en juego el eje social, sino también el nacional, cosa que hace que se puedan formar varios bloques muy diferentes en la Cámara dependiendo de qué se trate y qué se vote.
Como se está viendo en las negociaciones para la investidura, hay mayorías absolutas bien diferentes: una independentista (ERC, JxCat y CUP), una "de izquierdas" (PSC, ERC y comuns) o una soberanista (ERC, JxCat, CUP y comuns).
También se podrían producir mayorías simples que requerirían la abstención de algún partido, como por ejemplo una de izquierdas soberanistas (con la abstención del PSC o JxCat), o una que repitiera la fórmula del anterior Govern (con la abstención de la CUP).