El consejo de gobierno de la Comunidad de Madrid aprobó el pasado martes el cese del director de la Oficina del Español, Ramiro Villapadierna, e integrar este organismo en la Dirección General de Patrimonio Cultural. Fuentes de la consejería de Cultura, Turismo y Deporte aseguraron a EFE que esta decisión solo supone "un cambio de estructura interna" y que Villapadierna seguirá al frente de la institución, que aseguran tendrá "un rango mayor", pero todo parece indicar que es un movimiento para diluir la Oficina, que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, creó en junio del 2021 con el único objetivo de garantizar un cargo a Toni Cantó, actor y exdiputado de Ciudadanos en las Corts Valencianes, que había dado el salto al PP pero sin conseguir entrar en el parlamento madrileño.
Desde el ejecutivo madrileño explican que la actividad de la Oficina del Español se ha centrado en "impulsar el turismo idiomático en colaboración con el sector de la enseñanza del español como lengua extranjera y universidades", en la celebración del Festival de la Hispanidad, así como la iniciativa El Sueño de Madrid, que busca "visibilizar el talento y las aportaciones culturales, sociales y económicas de los inmigrantes hispanos". La realidad, sin embargo, es que las funciones concretas del organismo nunca se han definido, y tampoco se conocen grandes logros. De hecho, la agenda de su último director ha estado vacía los últimos siete meses.
El paso de Toni Cantó por la Oficina del Español
Toni Cantó dio el salto al PP en marzo del 2021 con la intención de incorporarse a las listas del PP en la Comunidad de Madrid de cara a las elecciones autonómicas de mayo del 2021. El Tribunal Constitucional, sin embargo, frustró su plan y lo expulsó de las listas porque no estaba empadronado en Madrid. Pero Ayuso enseguida le buscó una solución, y creó un organismo a medida con el cual le aseguraba un sueldo público anual de 75.000 euros. Ante las acusaciones de haber montado un chiringuito, la presidenta madrileña insistió en que el objetivo de la oficina era "convertir Madrid en la capital europea del español" y la "promoción y defensa de la lengua española", que con cerca de 493 millones de hablantes por todo el mundo, no parece que necesite precisamente un impulso. La anécdota que mejor lo resume todo probablemente es el tuit que Cantó publicó el mismo día que asumía el cargo y que contenía errores gramaticales.
Lo más destacado de su trabajo al frente de la Oficina del Español fue la firma de un convenio con la Federación Española de Asociaciones de Escuelas de Español de Madrid (FEDELE) en qué se comprometía con "la promoción y defensa de la lengua española" en la región con una ayuda de 113.000 euros. Con todo, el paso del exdiputado por la oficina estuvo marcado por las desavenencias con la entonces consejera de Cultura, Marta Rivera de la Cruz, y finalmente, Cantó abandonó su flamante cargo en septiembre del 2022, tan solo un año y dos meses después de llegar. Entonces asumió Villapadierna, que también ha estado en el cargo poco más de un año sin conseguir grandes avances, más allá de la firma de un convenio con la fundación católica San Pablo-CEU para la "promoción de la enseñanza del español a estudiantes extranjeros".