La ofrenda floral al monumento de Rafael Casanova de Barcelona es uno de los actos más característicos de la Diada del 11 de Septiembre. Este año, como ha pasado con todas las celebraciones de este 11 de septiembre, la ofrenda ha sido minimalista y ágil.
El monumento está situado en el cruce entre las calles Ali Bei y Ronda Sant Pere de la capital catalana. Es justo el punto donde el conseller en cap de Barcelona cayó herido el 11 de septiembre de 1714 durante la Guerra de Sucesión.
La ofrenda se ha tenido que hacer con mascarilla, eso no sorprende teniendo en cuenta la obligatoriedad de esta, pero lo que ha llamado la atención es que se ha hecho sin orquesta.
Tradicionalmente cada vez que un partido o entidad entrega sus flores una orquesta toca el himno de los Segadors. Este 11-S las ofrendas se han hecho en el más estricto silencio. A excepción de Òmnium Cultural que ha llevado sus propios músicos que han interpretado La Balanguera, La Muixeranga y els Segadors.
Los primeros en pasar por la estatua han sido los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana de Barcelona.
El Govern ha hecho la ofrenda pero con poca representación; sólo el presidente de la Generalitat, Quim Torra, el vicepresidente, Pere Aragonès, y la portavoz del Govern, Meritxell Budó. Al acabar, la portavoz ha apuntado que "a pesar de ser una Diada de pequeño formato" sigue siendo "reivindicativa". En la misma línea ha subrayado que "hace falta una respuesta política a lo que es un conflicto político. Reivindicamos la amnistía y la liberación a los presos políticos y exiliados".
Por su parte, el presidente del Parlament, Roger Torrent, ha participado en la ofrenda acompañado de una pequeña representación de la Mesa. Torrent ha aprovechado para subrayar que Catalunya vive en un doble crisis; "una crisis sanitaria y una democrática". Torrent ha recordado que este año es la tercera Diada que se celebra con presos políticos y exiliados.