OKDiario, el digital promovido por Eduardo Inda —uno de los periodistas complicados en la Operación Catalunya, entre otros—, ha intensificado desde el pasado junio la "vigilancia" sobre empresas que trabajan en Catalunya para que no "se hagan independentistas", por decirlo a su modo.
Las "víctimas" son de todo tipo. Desde el grupo francés de hípers del ocio Decathlon; la cervecera artesana Estelada; la multinacional de logística Stef, también francesa; Schedule, una agencia de publicidad y acontecimientos atribuida a Pep Guardiola (no podía faltar), o Idilia Foods, el fabricante de Cola-Cao y Nocilla.
En la mayoría de casos, el medio no informa de nada relevante. Infla una sospecha, la exagera o, directamente, cuenta una mentira. Las fuentes que se citan son siempre las entidades unionistas Convivencia Cívica Catalana, Dolça Catalunya o Empresarios de Catalunya, todas muy agresivas. Algunas de esas piezas apestan a revancha o evocan la escena de la cabeza de caballo en la cama de la película El padrino.
Calentar los prejuicios
La sensibilidad antisoberanista del digital es altísima. No perdona ni una. A "El Corte Inglés" lo "castigaron" con este titular: "El Corte Inglés saca la senyera en Catalunya por St. Jordi pero no la bandera de España el 12 de octubre". Vale la pena leer enteras las primeras líneas de la cosa:
"Malestar en Cataluña por el guiño de El Corte Inglés al movimiento catalán al colgar la senyera tanto en el aquelarre independentista de la Diada como en el día de Sant Jordi, mientras que no hace lo mismo en otras Comunidades cuando tienen su festividad, ni tampoco cuelga la bandera de España el 12 de octubre de cada año, por ser el día de la Hispanidad. Páginas Web y usuarios de Twitter que luchan por la defensa del castellano y que luchan contra el independentismo se han levantado en contra del Corte Inglés por este tipo de actos."
Eso era en abril, cuando apenas publicaba tres o cuatro piezas de ese estilo al mes. En junio, en cambio, apenas hay día en que no aparezcan una, dos. Quien las firma, siempre el mismo, es una máquina, aunue no se complica mucho la vida: sin fuentes ni datos, usando lenguaje chillón o épico ("malestar", "luchan contra", "se han levantado"…) y/o insultando ("aquelarre independentista") y siempre en tono escandalizado.
Utiliza expresiones neutras o indeterminadas, que el lector exagera o carga negativamente en función del tono del texto, orientado a estimular o a calentar sus prejuicios. Así, el "guiño" del principio se transforma en "este tipo de actos" del final, como diciendo que es típico de "El Corte Inglés" ceder y sumarse a los peores instintos del independentismo, que es el presunto agravio o acusación que da a entender entre una y otra palabra.
La más perseguida
La empresa más perseguida es Decathlon. Le dedica seis piezas. La primera se titula: "Decathlon se hace independentista: se anuncia en catalán, inglés y francés... pero no en español". Podría concluir que "se hace inglesa". Pero no. Habla de unos carteles de su tienda de Sant Pere de Ribes (Garraf). El diario lo presenta así: "Decathlon ha caído en el separatismo". La marca explica que incorporará el castellano enseguida. "Clara muestra que son conscientes de que han cometido un error", remacha OKDiario.
También deduce que Decathlon tiene una "política de guiños al independentismo" porque entre los 2.722 usuarios que siegue de Twitter identifica a tres que se declaran independentistas. Tres. Con cola de paja, añade: "Sea como sea, son muchos los usuarios independentistas de este tipo seguidos por Decathlon España y no los expondremos aquí a todos". Sea como sea, este domingo, la marca todavía los sigue.
Un día después de la "denuncia", perdona la vida al híper francés y titula: "Decathlon se aleja del independentismo". Algo pasó, sin embargo. Sólo un día más tarde, vuelve a cargar: "Encima Decathlon se pone chulo: 'No es obligatorio usar el castellano en Cataluña'". El diario dice que esta es la respuesta que se da a los clientes que protestan por el cartel. Es la típica atención al cliente de una multinacional líder.
En días siguientes, el diario acusa a Decathlon de forrarse "con el aquelarre independentista de la Diada" vendiendo camisetas (la "prueba" es la foto de un expositor hace tres años) y "de despedir a jefes que no hablan catalán y relevarlos por independentistas", sin nadie ni nada que acredite estos hechos. La guinda del pastel la pone Josep Bou, el panadero que preside Empresarios de Catalunya. "Claro que ocurren cosas como en Decathlon, pero hay miedo a hablar", dice. Ni él es capaz de añadir más casos en toda la entrevista. El periodista tampoco se lo pregunta.
La selección y valoración de las noticias indica qué importa y qué no a OKDiario. Decathlon había inaugurado aquella semana el centro de aprovisionamiento de Barcelona, una inversión de 24 millones de euros que da trabajo a 350 personas. De todo eso apenas se escriben tres líneas en seis piezas.
Toda la secuencia puede parecer hilarante, pero al grupo francés no le debe de hacer tanta gracia, porque el digital se refiere sin mucha diplomacia al boicot de la marca como un acto patriótico.
Guardiola también
La empresa logística francesa Stef es otra que recibe palos. La acusación es que rechazó "al número uno de su promoción por no ser catalán". Stef, según un denunciante anónimo, prefirió "a alguien nativo". Esta compañía, especializada en frigoríficos, tiene una cifra de negocios de 2.824 millones de euros en 2016, dispone de 1.900 vehículos y colaboran con ella 16.000 trabajadores en siete países.
La noticia real era que había comprado Transports Badosa, de Les Preses (Garrotxa). Se explica al fondo de la pieza.
Un día después, es "castigada" otra vez con un texto donde se hace un listado de sus clientes: Mahou-San Miguel, Día, Nestlé, PepsiCo, Pescanova... Todos de primera línea. El diario copia antiguas declaraciones de responsables de esas empresas, que hacen grandes elogios de Stef. A pesar de todo, en la entradilla se la caracteriza como "la multinacional que rechazó al número uno de un proceso de selección en Catalunya por no ser catalán".
Pep Guardiola entra en el radar de OKDiario a raíz de su intervención en el acto soberanista del 11 de junio en Barcelona. El digital resucita viejas informaciones —difundidas en 2013 por algunos digitales del entorno anti-Laporta y de la caverna madridista— y se extraña de que la agencia Schedule SL, de la que dice que el entrenador es el propietario, ingrese sin tener ningún empleado.
Como explican todos los expertos (anónimos) que declaran, no hay nada anómalo. El propio diario lo dice, como para protegerse: "Quede claro en todo momento que todo lo que hace Guardiola con su sociedad queda dentro de la legalidad", pero insiste en hablar de "dopaje fiscal", "tejemanejes", "tretas", "dudas", etcétera. "Del Espanya ens roba al Jo robo a Espanya", dice la primera línea de una de las piezas. Sin cortarse un pelo. En otra suelta que Hacienda investiga a Guardiola, también sin documentar la fuente. Naturalmente, el técnico del City es descrito como "una de las voces más reconocidas que apuestan por la independencia".
El cierre de la pequeña cervecera artesana Estelada y del fabricante de ropa CAT son celebrados como "el fin del marketing independentista" y de la colaboración de estas pequeñas firmas con algunas de las iniciativas de Òmnium Cultural.
"Delirio independentista"
La historia más delirante es quizás la que dedica a Idilia Foods, fabricante de Nocilla y Cola-Cao. La empresa es independentista porque "[al CEO de la empresa], sin ir más lejos, se lo pudo ver hace solo unos años en la Diada, la fiesta nacional catalana muy ligada al independentismo". Además, "buena parte del entramado empresarial catalán conoce los delirios independentistas de la familia Ferrero [los propietarios de Idilia], que cuida, y mucho, su imagen, para evitar cualquier tipo de boicot". Y así todo.
Quien denuncia a Idilia es Javier Sanz, de Convivencia Cívica Catalana, la entidad fundada por Francisco Caja para perseguir la inmersión lingüística. El diario enumera otros negocios de los hermanos Ferrero y avisa dos veces corleonescamente de que de ellos "ya hablaremos más adelante". Hasta este domingo no ha publicado nada más.
El diario no olvida "premiar" a empresas que se portan bien, según su criterio. La beneficiada de junio es la papelera Miquel y Costas "que se muestra orgullosa de sus orígenes españoles" porque "pone en todos sus librillos de papel de fumar [de la marca "Smoking"] Barcelona-Made in Spain". El autor relaciona esta decisión con los buenos resultados de la papelera en bolsa. Ni advierte que el librillo de la foto está rotulado en inglés, como la URL de la web. Lógico: entre el 80% y el 90% de los ingresos de Miquel y Costas provienen del exterior desde 2004.
Vigilancia y control
Este mes de julio, OKDiario mantiene el ritmo de vigilancia y control de la "contaminación": al menos una pieza cada día. El protagonista de la última es aquel mismo Javier Sanz, fuente de otra historia, esta vez dedicada a "la fuga de Grifols de Catalunya a Irlanda" para escapar "del infierno fiscal".
Grifols es una multinacional catalana líder global en hemoderivados. En el 2016 facturó 4.050 millones de euros, con unos beneficios de 545 millones. Víctor Grifols, el fundador, es quien dijo a Artur Mas "eche adelante, no se encoja", en público, en abril de 2014. En la sede de San Marcos, Texas, ondea la bandera catalana, pero no la española.
Según Sanz, el traslado a Irlanda de la división más rentable de la farmacéutica por razones fiscales le habría ganado la enemistad del Govern. El traslado se hizo en octubre de 2015. En abril de 2017, Víctor Grifols recibió la Creu de Sant Jordi. Alguna cosa no cuadra. El firmante de la nota no lo esconde, pero hace algunas contorsiones, como citar críticas de la CUP, etcétera, para encajar la realidad en su versión. La vida es dura.